En el caso de las relaciones bilaterales Cuba-Marruecos, es un desafío académico y científico reconstruir la historia de esos vínculos en su totalidad y, en particular, en los últimos veinte años, pues muy recientemente, el 21 de abril de 2017, los gobiernos de la República de Cuba y del Reino de Marruecos anunciaron y procedieron en la sede de la Misión Permanenyte de Cuba ante la Organización de las Naciones Unidas a la firma del restablecimiento de las relaciones diplomáticas a nivel de Embajadores guiados por la voluntad mutua de desarrollar relaciones amistosas y de cooperación entre los dos países en los ámbitos político, económico y cultural, entre otros.
El acto soberano de Marruecos de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba, sin condición alguna, puso fin a 37 años de la ruptura decretada unilateralmente el 22 de abril de 1980 por el Gobierno de Marruecos, alegando el reconocimiento por parte del Gobierno Revolucionario de Cuba de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y la acreditación del primer Embajador saharaui en La Habana. El distanciamiento creado entre ambos países y pueblos por cerca de 40 años, ha provocado que exista desconocimiento de la realidad de cada uno y que las percepciones recíprocas estén alejadas del movimiento real de los procesos y fenómenos en cada nación.
La historia de esas relaciones diplomáticas entre ambos países desde el 10 de diciembre de 1959 hasta 1963, en que volvieron a romperse, y de 1964 hasta 1980, en que se produce la segunda ruptura, debe ser estudiada y sistematizada, teniendo en cuenta el contexto internacional de un periodo marcado por la “guerra fría” en un sistema internacional bipolar. Pero, sin duda, buscando en cada momento los aspectos que constituyeron logros, que parecían prometedores en las relaciones económicas y comerciales, y que podrían constituir la base histórica de una potenciación de esas relaciones hacia el presente y el futuro.
Aunque no es posible olvidar la historia, porque ella siempre está allí y ofrece importantes lecciones, en un mundo interdependiente y afectado por múltiples problemas globales, Cuba y Marruecos también pueden encontrar puntos en común para el desarrollo de sus vínculos sobre la base de principios inamovibles de su política exterior y con la firme vocación de contribuir a la comunicación entre sus respectivas instituciones estatales y sociedades civiles.
La Revolución Cubana mantiene su posición histórica de solidaridad y colaboración en muchos sectores con los países africanos y la Unión Africana, en primer lugar, en el enfrentamiento a múltiples problemas de salud, y su invariable posición sobre el derecho a la autodeterminación del Sahara Occidental, al cual continuará brindando su apoyo en la formación de cientos de jóvenes saharauis en sus centros educacionales y en la ayuda de los cooperantes cubanos en los ámbitos de la salud y la educación.
Cuba apoya y defiende el espíritu de la proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, adoptada en la II Cumbre de la CELAC celebrada en enero del 2014, lo que considero una premisa muy importante a tener en cuenta en el estudio de las relaciones internacionales y el diagnóstico de la cooperación con esta comunidad estatal regional, no exenta en la etapa actual de muchas amenazas a la paz, de vulnerabilidades y desafíos relacionados con la existencia de un orden internacional injusto, desigual y, en muchos aspectos, disfuncional.
Desde el año 2006 Marruecos en Naciones Unidas ha votado a favor de la resolución cubana contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos que ha caudado, durante más de 60 años, graves daños al desarrollo económico de Cuba y a los derechos humanos de la población cubana. Ese bloqueo se ha intensificado en medio de la pandemia de Covid-19 que afecta a la humanidad.
Apreciamos que este foro, el congreso a realizarse en el 2021 y el proyecto de investigación sobre las relaciones diplomáticas entre Marruecos y los países de América Latina, constituyen pasos necesarios e importantes en el ámbito académico para un mejor conocimiento, la comunicación y el fomento de la confianza y de las relaciones económicas, comerciales, políticas y culturales entre los pueblos y Estados de nuestra región y Marruecos.
Con estos propósitos comunes, culmino mi intervención deseándoles éxitos a todos en sus respectivos trabajos.
Muchas gracias,
21 de octubre de 2020.
Video:
https://drive.google.com/file/d/1i_9rZqyBYAJ5J6XRIINprzpizrqKQU7J/view?usp=drivesdk
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