lunes, 20 de octubre de 2014

La hora del deber



El personal médico que marcha a cualquier punto para salvar vidas, aun a riesgo de perder la suya, es el mayor ejemplo de solidaridad que puede ofrecer el ser humano, sobre todo cuando no está movido por interés material alguno

Por Fidel Castro Ruz 

No tardó nuestro país un minuto en dar respuesta a los organismos internacionales ante la solicitud de apoyo para la lucha contra la brutal epidemia desatada en África Occidental.

Es lo que siempre ha hecho nuestro país sin excluir a nadie. Ya el Gobierno había impartido las instrucciones pertinentes para movilizar con urgencia y reforzar al personal médico que prestaba sus servicios en esa región del continente africano. A la demanda de Naciones Unidas se dio igualmente respuesta rápida, como se ha hecho siempre ante una solicitud de cooperación.

Cualquier persona consciente sabe que las decisiones políticas que entrañan riesgos para el personal, altamente calificado, implican un alto nivel de responsabilidad por parte de quienes los exhortan a cumplir una peligrosa tarea. Es incluso más duro todavía que la de enviar soldados a combatir e incluso morir por una causa política justa, quienes también lo hicieron siempre como un deber.

El personal médico que marcha a cualquier punto para salvar vidas, aun a riesgo de perder la suya, es el mayor ejemplo de solidaridad que puede ofrecer el ser humano, sobre todo cuando no está movido por interés material alguno. Sus familiares más allegados también aportan a tal misión una parte de lo más querido y admirado por ellos. Un país curtido por largos años de heroica lucha puede comprender bien lo que aquí se expresa.

Todos comprendemos que al cumplir esta tarea con el máximo de preparación y eficiencia, se estará protegiendo a nuestro pueblo y a los pueblos hermanos del Caribe y América Latina, y evitando que se expanda, ya que lamentablemente se ha introducido y podría extenderse en Estados Unidos, que tantos vínculos personales e intercambios mantiene con el resto del mundo. Gustosamente cooperaremos con el personal norteamericano en esa tarea, y no en búsqueda de la paz entre los dos Estados que han sido adversarios durante tantos años sino, en cualquier caso, por la Paz para el Mundo, un objetivo que puede y debe intentarse.

El lunes 20 de octubre, a solicitud de varios países del área, tendrá lugar una reunión en La Habana con la participación de importantes autoridades de los mismos que han expresado la necesidad de dar los pasos pertinentes para impedir la extensión de la epidemia y combatirla de forma rápida y eficiente.

Los caribeños y latinoamericanos estaremos enviando también un mensaje de aliento y de lucha a los demás pueblos del mundo.

Ha llegado la hora del deber.

Octubre 17 de 2014
9 y 23 p.m.


viernes, 17 de octubre de 2014

El realismo en las relaciones internacionales


Por Franco Gamboa Rocabado 

Hans Morgenthau (Alemania, 1904-1980) fue uno de los realistas más importantes del siglo XX y es considerado como uno de los fundadores de la perspectiva realista en las relaciones internacionales. El realismo es una mirada descarnada, homogénea y bastante impregnada por un supuesto derecho de los más fuertes para dominar.

Sin embargo, Morgenthau solamente prosiguió con las orientaciones políticas que hunden sus raíces en la antigüedad clásica, dos milenios antes de que la teoría de las relaciones internacionales fuera una disciplina independiente.

En todo caso, Morgenthau discutió con el idealismo, visión que tuvo muchos seguidores en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial. El "interés nacional” es uno de los conceptos fundamentales en el pensamiento de Morgenthau.

Para el realismo existen algunos principios básicos. En primer lugar, cree que la sociedad en general y la política son gobernadas por leyes objetivas sustentadas en la naturaleza humana. Si uno quisiera mejorar la sociedad, habría que conocer dichas leyes sin importar nuestras preferencias.

Por lo tanto, el punto fundamental se concentra en el concepto de interés. El realismo asume que éste es definido como poder. Todo poder debería ser también una categoría objetiva y universalmente válida. Aunque el contenido específico del interés no es fijo ni permanente, el concepto mismo es la esencia de la política y no lo afectan las circunstancias de tiempo o espacio.

El realismo político está consciente del significado moral de la acción política,  pero, simultáneamente, introduce una tensión constante entre el mandato moral y los requerimientos propios de la acción política efectiva.

Los realistas se rehúsan a identificar las aspiraciones morales de una nación con leyes morales que rijan al universo. Lo predominante es el mantenimiento de la autonomía de lo político, porque así se preserva mejor el objetivo principal que es el ejercicio y el mantenimiento del poder como el mecanismo más adecuado para defender los intereses nacionales.

En segundo lugar, el interés nacional para Morgenthau tiene dos elementos básicos: a) la supervivencia del Estado, lo cual significa preservar la integridad territorial, la soberanía, la integridad cultural y la identidad colectiva nacional; b) el contenido específico de estos conceptos varía con las cambiantes circunstancias históricas por las que atraviesan los Estados. Además, existe cierta clase de interés o intereses que también cambian con el transcurrir del tiempo.

El concepto de interés nacional conduce a una justificación del imperialismo y a un tipo de nacionalismo que puede transformarse en fanatismo. Si bien existe tal peligro, decía Morgenthau, la idea de interés es realmente la esencia de toda acción política y,  como tal, no la afectan ni el tiempo ni las circunstancias.

La afirmación de Tucídides, nacida de las experiencias de la antigua Grecia, según la cual "la identidad de intereses es el más seguro lazo ya sea entre Estados o entre individuos”, es algo que permanece en el siglo XXI porque para muchos diplomáticos, los únicos lazos de unión que perduran entre las naciones son aquellos en los que hay una ausencia de todo conflicto de intereses.

Morgentahu reiteraba que mientras la conexión entre interés y política es perenne, la conexión entre intereses y Estado nacional es un producto de la historia, es decir, el resultado de una realidad en constante cambio.

Se puede añadir que en muchas circunstancias el interés también radica en no practicar políticas de dominación ni expansión. No hay una  conexión lógica, ni históricamente necesaria entre interés nacional y agresividad internacional.

El realismo sigue incólume en el siglo XXI. Uno de los atributos que enfatiza el interés nacional es la soberanía estatal. El Estado es la autoridad suprema dentro de sus fronteras, por encima de cualquier individuo o grupo.  Hacia el exterior, todos los Estados, al menos formalmente, son iguales y soberanos, razón por la cual es sumamente difícil resolver conflictos territoriales como los de Palestina e Israel, Bolivia y Chile, Ucrania y Rusia, China y Japón, de manera que la política exterior realista es la principal causa de la situación de anarquía internacional.

Franco Gamboa Rocabado
Es sociólogo, doctor en gestión pública y relaciones internacionales.

Hacia el exterior, todos los Estados, al menos formalmente, son iguales y soberanos, razón por la cual es sumamente difícil resolver conflictos territoriales.


miércoles, 15 de octubre de 2014

China, la gran potencia



La geoeconomía y la geopolítica cambian de volante 



Por Salvador González Briceño

Estados Unidos ya tiene rival. China. Y de ahora en adelante la geoeconomía se impondrá paulatina pero firmemente, y le dará certidumbre a la ruta que recién le ha trazado a la geopolítica global Rusia y su líder Vladimir Putin, de la mano de la, a partir de ahora, Gran Potencia China.

Lo venimos diciendo en estos espacios de reflexión desde hace algunos años: pronto llegará el día en que el país del dragón supere a la economía mundial preponderante desde fines de la 2ª Guerra Mundial. Ese día llegó.

Incluso tengo que decir, que nuestra prospectiva de que China superaría pronto a EU en términos económicos y con ello iniciaría su declive como potencia hegemónica global, fue recibido con concierta sorna. ¡Casi una página, en una de esas notas de mi blog Maniobras del poder, de “ja-ja-ja…jas”! Anónima, claro.

Pero basta ser realista en el análisis. Simple. Las meras tasas altas del PIB, en términos de población, de exportaciones y de inversión de la economía china indicaban el rumbo. Fortaleza comercial en varios frentes y con tasas por arriba de 7%. ¿Algo más?

Contra un EU que le ha apostado últimamente a la economía especulativa, desde la propia FED, con tasas Cero de acceso único y exclusivo para las grandes empresas y bancos; la emisión de billetes sin fondo, política inflacionaria; la permisibilidad a la especulación del sistema financiero y, con ello; la camisa de fuerza a que se somete a la economía real en donde debe estar la verdadera fortaleza con la creación de empleos, un pago justo a la mano de obra, y una distribución equitativa de la riqueza creada.

Pero nada de eso ha sucedido durante los últimos 30 años en EU. Un país altamente endeudado y con una economía de guerra que apunta al fracaso desde que no ganó en los países que invadió recién: Afganistán e Irak.

China en cambio, ha trabajado sigilosamente en desarrollarse y crecer con herramientas de mejoramiento para la población (hoy los indicadores salariales apuntan hacia la recuperación; es decir, el bienestar de los chinos está en sus bolsillos), expandiendo mercados e inversiones en todo el mundo. Incluso en Europa y los propios EU. China es el principal acreedor gringo. Las reservas en dólares y metales como la plata, pero sobre todo el oro, es competitivo con las propias reservas de EU.

Y el dato ni siquiera lo dio a conocer una instancia pro china o pro rusa. Nada de eso. Lo reveló el Fondo Monetario Internacional (FMI) la semana pasada. Fue una noticia que se extendió no en los medios oficiales u oficiosos de Occidente. Como si fuera noticia exclusiva para los medios alternativos o independientes; unos cuantos de los medios “alineados” dieron la “nota”.

Occidente la trató de ocultar. Le pega al centro de la estrategia militarista de EU y sus aliados que tratan de sostener a toda costa una política de ofensiva, de guerra literal, para salir del hoyo donde están. Salvo que el descrédito aumenta, ese sí. Los frentes de guerra actuales solo traen desprestigio y fragilidad a la política exterior de EU. El mero afán del bloqueo a Rusia se ha vuelto en su contra. Joe Biden dijo que Obama obligó a los presidentes en Europa a bloquear a Rusia. Otro intento fallido de EU. Y Rusia y China van de la mano obligados por las circunstancias.

La fortalece china es el principio del fin de la hegemonía gringa, y lo repetiremos cuantas veces sea necesario. El FMI “estima que el PIB a paridad del poder adquisitivo de EEUU en 2014 alcance los 17,4 billones de dólares, mientras que el de China llegue a los 17,6 billones”, según informó el Business Insider, citando al FMI.

Así, China se ha convirtiendo en la mayor economía de mundo. Agárrense. La caída libre de libre mercado ha comenzado. El imperio con pies de barro está a la vista. La geoeconomía y la geopolítica cambian de volante.

Salvador González Briceño
Director de El Día en 2009. Correo: sgonzalez@reportemexico.com.mx

http://alainet.org/active/77915



martes, 14 de octubre de 2014

Lo que no podrá olvidarse nunca

Por Fidel Castro Ruz
Ayer, domingo 12 de octubre, por la mañana, la edición dominical en Internet del The New York Times —órgano de prensa que en determinadas circunstancias traza pautas sobre la línea política más conveniente a los intereses de su país—, publicó un artículo que tituló “Tiempo de Acabar el Embargo a Cuba”; con opiniones de lo que a su juicio, debe seguir el país.
Hay momentos en que tales artículos son suscritos por algún prestigioso periodista, como alguien a quien tuve el privilegio de conocer personalmente en los primeros días de nuestra lucha en la Sierra Maestra con los restos de una fuerza que había sido casi totalmente eliminada por la aviación y el ejército de Batista. Éramos entonces bastante inexpertos; ni siquiera concebíamos que dar esa impresión de fortaleza a la prensa constituía algo que pudiera merecer una crítica.
No era así como pensaba aquel valiente corresponsal de guerra con una historia que le dio nombre en los tiempos difíciles de la lucha contra el fascismo: Herbert Matthews.
Nuestra supuesta capacidad de lucha en febrero de 1957 era un poco menor, pero más que suficiente para desgastar y derrotar al régimen.
Carlos Rafael Rodríguez, dirigente del Partido Socialista Popular, fue testigo de lo que, después de la Batalla del Jigüe ―en que una unidad completa de tropas selectas fue obligada a capitular tras 10 días de combate, expresé sobre mi temor de que las fuerzas del régimen fueran a rendirse en julio de 1958, cuando sus tropas élites se retiraban precipitadamente de la Sierra Maestra, a pesar de estar entrenadas y asesoradas por los vecinos del norte. Habíamos encontrado la forma adecuada para derrotarlas.
Era ineludible extenderme un poco en este punto si deseaba explicar el ánimo con que leí el mencionado ar­tículo del periódico norteamericano el pasado domingo. Citaré sus partes esenciales que irán entre comillas:
“…el Presidente Obama debe sentir angustia al contemplar el lamentable estado de las relaciones bilaterales que su administración ha intentado reparar. Sería sensato que el líder estadounidense reflexione seriamente sobre Cuba, donde un giro de política podría representar un gran triunfo para su gobierno.
“Por primera vez en más de medio siglo, cambios en la opinión pública estadounidense y una serie de reformas en Cuba, han hecho que sea políticamente viable reanudar relaciones diplomáticas y acabar con un embargo insensato. El régimen de los Castro ha usado dicho embargo para excusar sus fallas y ha mantenido a su pueblo bastante aislado del resto del mundo. Obama debe aprovechar la oportunidad para darle fin a una larga era de enemistad, y ayudar a un pueblo que ha sufrido enormemente desde que Washington cortó relaciones diplomáticas en 1961, dos años después de que Fidel Castro llegó al poder.”
“…el deplorable estado de su economía ha obligado a Cuba a implementar reformas. El proceso se ha vuelto más urgente a raíz de la crisis financiera en Venezuela, dado que Caracas le proporciona petróleo subsidiado. Con el temor de que Venezuela tenga que recortar su ayuda, líderes en la isla han tomado pasos importantes para liberalizar y diversificar una economía que históricamente ha tenido controles rígidos.”
“…el gobierno cubano ha comenzado a permitir que sus ciudadanos se empleen en el sector privado y que vendan propiedades como automóviles y casas. En marzo, la Asamblea Nacional de Cuba pasó una ley con el fin de atraer inversión extranjera. (…) En abril, diplomáticos cubanos comenzaron a negociar los términos de un tratado de cooperación que esperan firmar con la Unión Europea. Han asistido a las primeras reuniones preparados, ansiosos y conscientes de que los europeos van a pedir mayores reformas y libertades ciudadanas.
“El gobierno autoritario sigue acosando disidentes, quienes frecuentemente son detenidos por períodos cortos. La Habana no ha explicado la sospechosa muerte del activista político Oswaldo Payá.”
Como puede apreciarse una acusación calumniosa y gratuita.
“El año pasado se flexibilizaron las restricciones de viaje para los cubanos, lo cual permitió que disidentes prominentes viajaran al exterior. En la actualidad, existe un ambiente de mayor tolerancia para aquellos que critican a sus líderes en la isla, pero muchos aún temen las repercusiones de hablar francamente y exigir mayores derechos.
“El proceso de las reformas ha sido lento y ha habido reveses. Pero en conjunto, estos cambios demuestran que Cuba se está preparando para una era post-embargo. El gobierno afirma que reanudaría con gusto las relaciones diplomáticas con Estados Unidos sin condiciones previas.
“Como primer paso, la Casa Blanca debe retirar a Cuba de la lista que mantiene el Departamento de Estado para penalizar países que respaldan grupos terroristas. Actualmente, las únicas otras naciones en la lista son Sudán, Irán y Siria. Cuba fue incluida en 1982 por su apoyo a movimientos rebeldes en América Latina, aunque ese tipo de vínculos ya no existen. Actualmente, el gobierno estadounidense reconoce que La Habana está jugando un papel constructivo en el proceso de paz de Colombia, sirviendo de anfitrión para los diálogos entre el gobierno colombiano y líderes de la guerrilla.
“Las sanciones por parte de Estados Unidos a la isla comenzaron en 1961 con el objetivo de expulsar a Fidel Castro del poder. A través de los años, varios líderes estadounidenses han concluido que el embargo ha sido un fracaso. A pesar de eso, cualquier iniciativa para eliminarlo ha traído consigo el riesgo de enfurecer a miembros del exilio cubano, un grupo electoral que ha sido decisivo en los comicios nacionales. (…) la generación de cubanos que defienden el embargo está desapareciendo. Miembros de las nuevas generaciones tienen distintos puntos de vista, y muchos sienten que el embargo ha sido contraproducente para fomentar un cambio político. Según una reciente encuesta, el 52 por ciento de norteamericanos de origen cubano en Miami piensan que se debe terminar el embargo. Una amplia mayoría quiere que los países vuelvan a tener relaciones diplomáticas, una posición que comparte el electorado norteamericano en general.
“Cuba y Estados Unidos tienen sedes diplomáticas en sus capitales, conocidas como secciones de interés, que desempeñan las funciones de una embajada. Sin embargo, los diplomáticos estadounidenses tienen pocas oportunidades de salir de la capital para interactuar con el pueblo cubano y su acceso a los dirigentes de la isla es muy limitado.
“En 2009, la administración Obama tomó una serie de pasos importantes para flexibilizar el embargo, facilitando el envío de remesas a la isla y autorizando a un mayor número de cubanos radicados en Estados Unidos a viajar a la isla. También creó planes que permitirían ampliar el acceso a telefonía celular e internet en la isla. Aún así, sería posible hacer más. Por ejemplo, se podría eliminar los límites a las remesas, autorizar mecanismos de inversión en las nuevas microempresas cubanas y expandir las oportunidades para norteamericanos que deseen viajar a la isla.
“Washington podría hacer más para respaldar a las empresas norteamericanas que tienen interés en desarrollar el sector de telecomunicaciones en Cuba. Pocas se han atrevido por temor a las posibles repercusiones legales y políticas.
“De no hacerlo, Estados Unidos estaría cediendo el mer­cado cubano a sus rivales. Los presidentes de China y Ru­sia viajaron a Cuba en julio con miras a ampliar vínculos.
“El nivel y envergadura de la relación podría crecer significativamente, dándole a Washington más herramientas pa­ra respaldar reformas democráticas. Es factible que ayu­de a frenar una nueva ola migratoria de cubanos desesperanzados que están viajando a Estados Unidos en balsas.
“Una relación más saludable podría ayudar a resolver el caso de Alan Gross, un experto en desarrollo que lleva casi cinco años detenido en la isla. Más aún, crearía nuevas oportunidades para fortalecer la sociedad civil, con lo cual gradualmente se disminuiría el control que ejerce el estado sobre la vida de los cubanos. Si bien la Casa Blanca puede tomar ciertos pasos unilateralmente, desmantelar el embargo requeriría una acción legislativa en Washington”.
“… varios líderes del hemisferio se reunirán en Ciudad de Panamá con motivo de la séptima Cumbre de las Américas. Varios gobiernos de América Latina insistieron en invitar a Cuba, rompiendo así con la tradición de excluir a la isla por exigencia de Washington.
“Dada la cantidad de crisis a nivel mundial, es posible que la Casa Blanca considere que darle un giro sustancial a su política respecto a Cuba no es una prioridad. Sin embargo, un acercamiento con la isla más poblada del Caribe que incentive el desbloqueo del potencial de los ciudadanos de una de las sociedades más educadas del hemisferio, podría representar un importante legado para la administración. También ayudaría a mejorar las relaciones de Estados Unidos con varios países de América Latina y a impulsar iniciativas regionales que han sufrido como consecuencia del antagonismo entre Washington y La Habana.”
“…a raíz de la invitación a Cuba a la cumbre, la Casa Blanca no ha confirmado si Obama asistirá.
“Tiene que hacerlo. Sería importante que hiciera presencia y lo considerara como una oportunidad para de­sencadenar un logro histórico.”
¡¡¡¡Una de las sociedades más educadas del hemisferio!!!! Eso sí que es un reconocimiento. Pero, por qué no lo dice de una vez, que en nada se parece a la que nos legó Harry S. Truman cuando su aliado y gran saqueador del tesoro público Fulgencio Batista asaltó el poder el 10 de marzo de 1952, a solo 50 días de las elecciones generales. Aquello no podrá olvidarse nunca.
El artículo está escrito, como puede apreciarse, con gran habilidad, buscando el mayor beneficio para la política norteamericana en la compleja situación, cuando los problemas políticos, económicos, financieros y comerciales se acrecientan. A ello se suman los derivados del cambio climático acelerado; la competencia comercial; la velocidad, precisión y poder destructivo de armas que amenazan la supervivencia de la humanidad. Lo que hoy se escribe tiene una connotación muy diferente de lo que divulgaban hace solo 40 años cuando nuestro planeta se veía ya obligado a albergar y abastecer de agua y alimentos al equivalente de la mitad de la población mundial actual. Esto sin mencionar la lucha contra el Ébola que amenaza la salud de millones de personas.
Añádase que dentro de unos días la comunidad mundial expondrá ante Naciones Unidas si está de acuerdo o no con el bloqueo a Cuba.

Octubre 13 de 2014
8 y 30 p.m.

lunes, 13 de octubre de 2014

La inquietante expansión del Complejo Industrial Militar

Por  Mairead Maguire*
IPS

 ¿Cómo se puede justificar que en el siglo XXI continuemos entrenando millones de hombres y mujeres para engrosar los ejércitos y mandarlos a la guerra?

La mortandad de civiles en las guerras es inmensa y la destrucción de la vida de militares es altísima. Agréguese el costo económico y ambiental, y el costo del potencial humano que científicos y expertos, en vez de dedicar al bienestar y la salud, emplean para la investigación y producción de armas cada vez más letales.

Por ejemplo, Estados Unidos y Gran Bretaña han cometido un genocidio entre 1990 y 2012, que mediante guerras y sanciones se estima que costó la vida a tres millones 300.000 iraquíes, incluidos 750.000 niños.

Y todos hemos visto en nuestras pantallas el horrible espectáculo de los 50 días de bombardeos de la fuerza militar de Israel en Gaza, entre julio y agosto de este año, incluyendo blancos civiles.

Pero, podríamos preguntarnos: ¿por qué nos sorprende la crueldad de los militares, ya que están haciendo lo que les han enseñado, matar, bajo las órdenes de sus gobiernos?

Es penoso escuchar a políticos y militares jactarse de sus proezas bélicas. Los medios de comunicación nos martillean con propaganda que glorifica el militarismo, nos dicen que para nuestra seguridad necesitamos armas nucleares, armas más modernas, y justifican la guerra para matar a los asesinos que, según ellos, podrían amenazar nuestras vidas. 

Sostengo que nunca debemos ser ambivalentes ante la violencia, sino afirmar que es siempre un recurso erróneo, no importa quién la ejerza ni las razones que alegue para justificarla.

Sin embargo, hay mucha gente en condiciones tales que no consiguen vivir en paz. Son aquellos que viven en lucha con las raíces de la violencia, que pueden ser la pobreza, el desempleo, el racismo, los conflictos bélicos, o gobiernos autoritarios o neofascistas que pueden desencadenar fuerzas incontrolables de tribalismo o nacionalismo. Se trata de peligrosas formas de identidad que es necesario disuadir.

El punto de partida es el reconocimiento de que la dignidad humana es más importante que nuestras diferentes tradiciones, que nuestras vidas y las del prójimo son sagradas, y que podemos resolver nuestros problemas sin acudir a la violencia, que podemos aceptar la diversidad y la alteridad, que es posible la reconciliación de antiguas divisiones y perdonar y ser perdonados, si optamos por escuchar, dialogar, y emplear la diplomacia como vía privilegiada para el desarme, la desmilitarización, y la instauración de la paz.

En mi país, Irlanda del Norte, pudimos superar un prolongado y violento conflicto étnico-político cuando la comunidad civil organizada decidió renunciar a toda forma de violencia y se comprometió a operar para la reconciliación, la justicia y la paz.

Este tránsito de la violencia a la paz fue posible gracias a un diálogo sin condiciones y abierto a todos los problemas, y fue así que no solo cesó la violencia, sino que después de superado el conflicto continuamos trabajando para consolidar la confianza mutua.

Esperamos que nuestro caso sirva de ejemplo para otros países, como Ucrania, donde es necesario buscar la solución con base en la Carta de las Naciones Unidas y los Principios de Helsinki.

También tenemos que responder al desafío de construir estructuras a través de las cuales se amplíe la cooperación y que reflejen las relaciones de interconexión y de interdependencia.

Actualicemos la lección de los fundadores de la Unión Europea (UE), de estrechar e integrar las vinculaciones económicas entre sus miembros a fin de alejar la posibilidad de conflictos bélicos entre ellos.

Desafortunadamente, estamos viendo la creciente militarización de Europa y su encaminamiento, bajo el liderazgo de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), hacia una nueva forma de Guerra Fría.

La UE y muchos de sus países que hasta un pasado reciente participaron en iniciativas de las Naciones Unidas para la resolución pacífica de conflictos están emprendiendo ahora el camino inverso y, suman sus fuerzas para agresiones militares bajo el comando de la OTAN contra países como Afganistán, Irak o Libia.

Por ello sostengo que hay que abolir la OTAN y avanzar hacia el desarme mediante acciones no violentas y resistencia civil.

Los medios de resistencia son fundamentales. El mensaje de los pacifistas, que sostenemos que la fuerza militar no soluciona los conflictos, sino que los exacerba, nos presenta el reto de encontrar y aplicar nuevas formas de persuasión.

Tenemos que impartir la educación por la paz en todos los estratos sociales e impulsar la creación de ministerios de la paz en todos los países.

El mundo contemporáneo está ahora enfrentando la expansión de lo que el presidente estadounidense Dwight Eisenhower (1953-1961) llamó el “complejo industrial militar” y que, según advirtió, podría destruir la democracia en Estados Unidos.

Más de medio siglo después de la premonición de Eisenhower, hoy en día vemos que un selecto grupo de industriales y financieros, políticos, militares, y propietarios de medios, están en el centro del poder y ejercen fuerte influencia sobre muchos gobiernos. Basta citar el ejemplo del ascendiente de los lobbies de los fabricantes de armas y de Israel sobre la política estadounidense.

Los vemos como protagonistas en las intervenciones militares recientes o en curso, ocupaciones y guerras por terceros, todas presentadas como “intervenciones humanitarias o pro democracia” que, en verdad, causan gran sufrimiento, especialmente a los más pobres; su verdadero objetivo es la dominación y control de otros países, y en muchos casos de sus recursos naturales.

La tarea del movimiento pacifista es reemplazar la agenda belicista del complejo industrial militar por una política de paz, justicia, derechos humanos y de vigencia del derecho internacional en cada país, y cooperar entre nosotros para que estos ideales prevalezcan a escala internacional.



*La norirlandesa Mairead Maguire es militante pacifista y premio Nobel de la Paz 1976.