viernes, 14 de noviembre de 2014

La amarga despedida de Obama


Por Julio Valdeon  Blanco

Obama llegó entre confetis y el viento de la historia amenaza con agrietarle el busto. Al héroe de Chicago, al hombre que cantaron Pete Seeger y Bruce Springsteen, le aguardan dos años crudos. Peleará por su legado, tal y como escribe hoy Peter Baker en el New York Times, y lo hará con la soga al cuello, frente a un legislativo controlado por los republicanos. Triste epílogo para quien invocaba a Rosa Parks y Luther King, Cary Grant del siglo XXI y héroe oficial de un tiempo nuevo al que antiguos colaboradores y ex asesores áulicos machacan cada semana con libros de memorias para corroborar que en política apenas media un soplo entre el halago y la horca.
 
Pesó el hastío del votante demócrata, que se quedó en casa, hasta el gorro de promesas incumplidas, pero también el entusiasmo generado por la bancada conservadora. Hicieron de las elecciones a las Cámaras un plebiscito. Todo o nada. Rojo o Negro. Los dados cantaron el acabose y Obama, que no defendía aquí sus políticas, regresó a la cama con la túnica roída y la amenaza creciente de posar como aquel Carter al que un actor de serie B arrojó al pudridero. Mucho han de cambiar las cosas, por cierto, para que nazca la siempre aplazada reforma migratoria. No se acometió durante los primeros años de mandato, cuando los demócratas dirigían también el Congreso y el Senado, como para que salga adelante ahora, en territorio hostil.

Cuentan los que están en el secreto que Obama no compartía el ostracismo al que lo sometieron los suyos. La mayoría de los candidatos lo rehuía. Negaban al padre para así desligarse de sus fracasos. De poco sirvió el buen rumbo económico, la reforma sanitaria, los paquetes crediticios. 

El que entró en la Casa Blanca como César, aclamado por multitudes, parecía un leproso. Y puede dar gracias. A fuerza de ocultarlo no lo han socarrado por completo. A veces pienso si no será todo fruto de la maldición invocada por la anciana Etta James, gran trueno del soul, cuando despotricó contra Obama porque en la noche del baile que ungía al presidente fue una pálida imitadora, Beyoncé, y no ella la que cantó At last. Acaso lo que media entre Etta y Beyoncé sea metáfora de la brutal distancia entre lo prometido y lo alcanzado.

Entre tanto los republicanos pata negra, con su histórico triunfo, logran sacudirse siquiera en parte al león del Tea Party. El ala clásica del partido podrá sortear al fin el populismo que hizo del Capitolio un mapa de la demagogia capaz de desenchufar las burocracias federales y hasta abocar al país a un impago colosal. 

El flamante senador Mitch McConnell y un imperial John Boemer en el Congreso son los procónsules republicanos con los que Obama deberá de entenderse. Los cercanos al presidente prometen guerra, mensajes contundentes, torerías de última hora, pero el ocaso es ya inevitable. O como explicó Bob Dylan, “It´s not dark yet, but it´s getting there.”

NOVOSTI

11/11/2014



viernes, 31 de octubre de 2014

El Ebola: Un nuevo argumento para mejorar las relaciones entre Cuba y EE.UU



Por Arturo López Levy



El simple hecho de que Cuba y Estados Unidos están en el mismo barco luchando contra la epidemia de Ébola en África Occidental demuestra cómo el nivel de conflicto entre los dos países es irracional. Mientras La Habana y Washington tienen diferencias considerables- y no hay esfuerzos paralelos en contra del Ebola que las elimine- es evidente que las narrativas de sospecha e intransigencia han limitado posibles esfuerzos conjuntos para beneficio de ambos países y el mundo en general.

(Especial Infolatam).- Pero, las palabras importan. Las recientes declaraciones de John Kerryy a Samantha Power en representación del Departamento de Estado, alabando lo que Cuba hace para derrotar el Ébola en África-, así como las declaraciones de Fidel [1]y Raúl Castro [2] de que Cuba da la bienvenida a esfuerzos de colaboración contra el Ebola con los EE.UU.muestra que el tiempo para una revisión de las relaciones bilaterales ha llegado.

El presidente Obama [3]debe aplicar la máxima de su ex jefe de gabinete, Rahm Emanuel de que en política las crisis no se desperdician. La crisis del Ébola ofrece una oportunidad para avanzar su agenda de diálogo y negociación pragmática con adversarios. El liderazgo político en la Casa Blanca y el Palacio de la Revolución pueden transformar una lucha común contra una epidemia en una cooperación conjunta sistemática para el avance de los derechos a la salud – que es un derecho humano tan importante como el de elecciones competitivas- en todo el mundo en desarrollo y los intereses nacionales de los dos países vecinos.

Las condiciones políticas están dadas. Los estadounidenses apoyan actuar decididamente contra el Ébola y aplaudirían que el presidente ponga las vidas y la cooperación médica con Cuba por encima de la ideología. A medida que más información sale sobre los esfuerzos cubanos de salud global, se clarifica lo irracional que es suponer que toda la presencia cubana en el mundo en desarrollo sería perjudicial para los intereses nacionales y valores de los Estados Unidos. Los más de 50.000 médicos cubanos y personal de la salud que trabajan en 66 países juegan un papel clave para mejorar el desarrollo humano y proteger a un mundo bajo el liderazgo liberal de los EE.UU de la propagación del Ébola y otras enfermedades contagiosas.

La constatación de esa realidad plantea una reevaluación de varias políticas estadounidenses mal guiadas. Durante el gobierno de Bush, e incluso bajo el mandato de Obama, Estados Unidos gastó generosamente para apoyar a grupos en Miami que se centran en socavar la cooperación internacional de salud de Cuba en África y América Latina. Bajo el manto de la promoción de la democracia, varios programas de Radio y TV Martí gastan dinero del contribuyente en denigrar al sistema de salud cubano y cuestionar la preparación de los galenos de la isla. Ese tipo de esfuerzos lo único que hace es restar credibilidad a denuncias de abusos de derechos humanos en Cuba que si lo ameritarían. ¿Por qué habría que atacar el sistema de salud cubano y la gestión humanitaria de sus galenos para abogar por un sistema político más abierto en la isla?[4]

Nelson Arboleda, representante de Estados Unidos y director del Centro de Prevención de Control de Enfermedades de Estados unidos para Centroamérica, participa en la reunión técnica de especialistas y directivos para la prevención del Ébola, en La Habana (Cuba).

El Programa de Estados Unidos; Cuba Médical Profesional Immigration Parole (CMPP) es una reminiscencia de la Guerra Fría. Este programa que anima a los médicos cubanos a abandonar sus contratos en terceros países y emigrar a los Estados Unidos ha sido presentado como promotor de derechos humanos desacreditando lo que pudiesen ser esfuerzos genuinos en esa materia. A Emilio González, el cubano-americano que creó el programa mientras fue director de los servicios de ciudadanía e inmigración de Estados Unidos bajo la administración Bush, no le importó nada la salud de las poblaciones atendidas por dichos médicos o la soberanía de esos países. Amnistía Internacional y Human Rights Watch deberían analizar CMPP y denunciar este programa como perjudicial para los derechos humanos en el mundo en desarrollo. Así, ayudarían a la administración Obama a terminarlo.

La hostilidad de Washington hacia los esfuerzos internacionales de salud de Cuba está dividiendo a Estados Unidos de otros países democráticos. El problema para los acérrimos de la Guerra Fría en Miami, es que los ejemplos de cómo Cuba comparte la carga y los méritos de los esfuerzos internacionales de salud con aliados de Estados Unidos se están expandiendo. Cuba coopera con varias instituciones de la Unión Europea, Brasil, Canadá y Noruega en los proyectos de educación médica en la isla, en Haití y otros países. Los programas podrían incluso crecer como resultado de la actual negociación en Bruselas entre la UE y Cuba para un acuerdo global de cooperación y diálogo político.

La buena noticia es que dos ex presidentes de Estados Unidos, James Carter y Bill Clinton, han hablado positivamente sobre los logros de salud de Cuba y sus programas internacionales. El Presidente Carter y la ex primera dama Rosalyn incluso visitaron la Escuela Latinoamericana de Cuba de Medicina en 2002. En una reunión con el entonces ministro de salud cubano Carlos Dotres, la señora Carter mencionó que el programa de Salud Global de su centro presidencial le gustaría colaborar con los esfuerzos cubanos en materias de educación para la salud y asistencia internacional. No hay una explicación de seguridad nacional, política o estratégica que explique por qué tales esfuerzos humanitarios no están ocurriendo.

¿Hacia un futuro diferente?

La administración Obama merece el aplauso por su decisión de enviar a un representante estadounidense a la reunión del ALBA en la Habana para coordinar la respuesta continental a una posible llegada del Ebola al hemisferio. Al ser preguntado por las oportunidades de cooperación de salud entre Cuba y EE.UU, Nelson Arboleda, Director para Centro-Americano del Centro de Prevención y Control de Enfermedades respondió que EE.UU “está dispuesto a trabajar con todos los actores de la región interesados en asegurar una respuesta eficiente a nivel global contra el virus”. El tono de las declaraciones del Secretario John Kerry indica que EE.UU está abierto a propuestas concretas para beneficio mutuo.

El gobierno norteamericano simplemente sigue posturas que ya fueron adoptadas por la derecha latinoamericana más moderna. Los programas cubanos de educación médica y atención de salud han funcionado con gobiernos latinoamericanos y caribeños de diverso signo ideológico, no solo de izquierda. En el caso chileno, el excandidato presidencial de la UDI, y entonces alcalde de Santiago,Joaquín Lavín viajó a la Habana en 2002 a estudiar la experiencia cubana junto con un equipo de trabajo que después usó para mejorar los estándares de salud en varias barriadas. “Uno puede estar en desacuerdo con un sistema, o en desacuerdo con el comunismo, pero si hay cosas buenas como el sistema cubano de medicina familiar, y que puedan servir a la gente de Santiago, yo lo voy a hacer”.

Cuba y sus aliados en la región deberían también aprovechar la oportunidad. La cooperación Internacional de la Salud no debe ser sólo acerca de cómo derrotar el Ebola. De cara a la Cumbre de las Américas de Panamá, la organización panamericana de Salud, de la que son miembros Cuba y EE.UU podría presentar planes de integración inter-americana en la preparación para el enfrentamiento de pandemias. Salvo en el caso de consideraciones de seguridad, no debería haber restricción o condicionamiento alguno al comercio de medicinas o la asistencia educativa y técnica en el área de salud entre Cuba y EE.UU.

Una apertura constante de la cooperación bilateral de beneficio mutuo con Cuba por las instituciones gubernamentales de salud, el sector privado y las fundaciones con sede en los EE.UU. puede desencadenar sinergias positivas para actualizar la política estadounidense hacia La Habana. Como candidato presidencial y senador, Barack Obama fue uno de los críticos más fuertes a mirar a Cuba a través del cristal de la Guerra Fría. Como presidente, no es suficiente secundar la misma política de bloqueo aplicada por sus predecesores. Debe ajustar la narrativa oficial sobre Cuba: no es una amenaza para Estados Unidos, sino un país en transición hacia una economía mixta, y una fuerza positiva para la salud mundial.Artículo impreso desde 


"Cuba vs USA: L'administration américaine est hors-sujet"

Par Sébastien Madau

Le blocus a été instauré en 1962 par le président Kennedy pour provoquer un soulèvement de la population contre le nouveau pouvoir révolutionnaire.

Leyde Rodriguez Hernandez, professeur à l'Institut supérieur de Relations internationales Raul Roa Garcia, à La Havane, revient sur les répercussions du blocus et les perspectives que permettrait sa levée. Entretien.
Les justifications du blocus américains sont-elles d’ordre politique ou économique ?

Elles sont politiques et géopolitiques. Cuba a été sous domination des Etats-Unis sur le plan politique, économique et militaire, depuis l’intervention américaine lors de la guerre que les Cubains ont gagné contre le colonialisme espagnol. Avec le triomphe de la Révolution, en 1959, dirigée par Fidel Castro, Cuba a obtenu son indépendance vis-à-vis des Etats-Unis et sa pleine souveraineté nationale. C'est là que les Etats-Unis ont imposé un blocus économique, commercial et financier, illégal et unilatéral, avec pour objectif politique de détruire la Révolution cubaine, même si cette guerre économique cause de multiples problèmes sociaux et économiques au peuple cubain. Le blocus est une politique irrationnelle qui affecte les intérêts économiques du secteur entrepreneurial américain, de pays tiers et la prospérité du peuple cubain. Et ce au-delà du facteur géopolitique, du fait que la Révolution cubaine peut être une stimulation d’émancipation pour les peuples d’Amérique latine, des Caraïbes et du Tiers-monde.

Sur place, quels sont les secteurs les plus touchés ?

Tous les secteurs de l’économie nationale sont affectés d’une forme ou d’une autre, dans les échanges commerciaux avec des entreprises d’Amérique du Nord. Les ressortissants américains ne peuvent pas voyager à Cuba. Nous manquons de matières premières pour notre industrie. Les Etats-Unis épient les transactions commerciales et financières cubaines, en imposant de fortes amendes à des entreprises de pays tiers. Il nous est très difficile d’acheter des médicaments. Nous n’avons pas accès à des technologies pour le développement industriel. Le blocus viole les droits du peuple cubain à la santé, l’éducation, l’alimentation, la culture et le sport.

Quels seraient les effets d'une levée du blocus?

Une grande victoire politique du peuple cubain pour sa longue et digne résistance et des amis de Cuba qui nous ont toujours soutenus. Les conséquences immédiates devraient être une amélioration générale de l’économie cubaine et un processus progressif d’amélioration des relations des Etats-Unis avec Cuba. Notre économie aurait de meilleures possibilités de croissance soutenue et de développement, car elle obtiendrait des marchés, des technologies et des possibilités d’investissement et de financement.
Les Etats-Unis sont isolés au niveau international et l’Amérique latine et les Caraïbes exigent des Etats-Unis un changement de politique envers Cuba et notamment la participation de l’île au prochain Sommet des Amériques 2015 à Panama.

Toutefois, avec une levée du blocus, il est certain que les Etats-Unis et leurs alliés européens chercheraient aussi à obtenir une présence plus grande et une influence dans la société cubaine pour tenter de renverser la Révolution à travers des méthodes subversives ou d’influence politique plus directe.

Y a-t-il aux Etats-Unis des mouvements demandant la levée du blocus ?

Oui, il existe des secteurs de plus en plus actifs dans la société américaine : entrepreneurs, membres du congrès, académiciens, artistes, journalistes et médias qui exigent de Barack Obama un changement de politique vis-à-vis de Cuba. La majorité des Cubains vivant aux Etats-Unis est opposée au blocus. L’administration américaine est hors-sujet et tôt ou tard elle devra écouter les revendications de ces secteurs influents de la société civile américaine.



"Cuba vs USA": le blocus américain condamné par l' ONU



Par   Sébastien Madau

Foto:  Sébastien Madau
L’Assemblée de l’ONU s'est encore prononcée le mardi 28 octobre 2014 pour la levée des sanctions américaines contre l'île. Cette année, BNP Paribas a fait les frais de l’extra-territorialité de ce diktat.

L’Assemblée générale de l'ONU réunie hier à New York à une nouvelle fois condamné le blocus américain qui frappe Cuba depuis 1962. En effet, 188 pays membres ont soutenu la résolution présentée par Cuba demandant « la levée du blocus économique, commercial et financier » imposé par les Etats-Unis.
Ce vote n'a pas le pouvoir d'obliger les Etats-Unis à en finir avec l'embargo, mais il confirme une nouvelle fois l'isolement de la politique américaine vis-à-vis de l'île. Washington se retrouve uniquement soutenu dans l'Assemblée par Israël. Il s'agit, comme l'année dernière, du plus gros nombre de soutiens à Cuba obtenus depuis que cette résolution est présentée devant l'Assemblée générale en 1992 (à l'époque seulement 59 nations avaient soutenu Cuba).
Le blocus est destiné à empêcher le développement de Cuba et provoquer une rébellion de la population. Mais les conséquences vont beaucoup plus loin. Les limitations à commercer avec Cuba ne concernent pas uniquement les entreprises américaines mais tout pays établissant des liens économiques et commerciaux en dollars avec l’île. Régulièrement, le Trésor américain inflige de fortes amendes aux sociétés concernées.
En France, BNP Paribas mis à l'amende
La France n’est bien évidemment pas épargnée. Dernièrement, ce fut au tour de BNP Paribas qui a choisi de plaider coupable d’avoir, en toute connaissance de cause, violé les sanctions économiques imposées au Soudan, Cuba et à l’Iran. La BNP a reconnu avoir transféré 1,7 milliard de dollars pour le compte de clients cubains via les Etats-Unis.
Les virements ont été effectués en dollars et ont donc transité par les Etats-Unis, le gouvernement américain exigeant que tout paiement dans sa devise passe par une chambre de compensation sur son territoire. Donc passible de sanctions. L'amende s'est élevée à 8,9 milliards de dollars.
A l'époque, Cuba a « dénonc(é) cet affront à la souveraineté des Etats, aux normes de libre commerce et au droit international », estimant que l’amende constituait «une application extra-territoriale et illégale de la législation américaine à l’encontre d’une entité étrangère ».
En France, si l’État s’était emparé publiquement du dossier, il n’a jamais contesté la légitimité de la sanction et a même parlé de "faute" du groupe bancaire.
D'ailleurs, le mea culpa était la règle puisque BNP Paribas n'a rien trouvé de mieux que d'acheter des pages de publicité dans la presse américaine pour exprimer ses « regrets » et assumer ses responsabilités. « Les erreurs qui ont été mises en lumière au cours des enquêtes n’auraient jamais dû se produire chez BNP Paribas » indiquait Jean-Laurent Bonnafé, directeur général jurant que son établissement avait « tiré leçon » et que « les personnes impliquées ont été sanctionnées ou ont quitté le groupe ».
Des voix se sont toutefois élevées en France. Le député (PCF) André Chassaigne, président du groupe d'amitié avec Cuba au parlement, a officiellement protesté. L’ancien Premier ministre Michel Rocard, a lui parlé de « détournement de pouvoir » dans une tribune dans Le Monde, où il reprochait aux États-Unis une « occupation » économique fondée sur l’extra-territorialité de leurs normes. « Les sanctions économiques sont passées d’une réponse aux attentats du 11-Septembre à un outil plus général de politique étrangère », assurait, de son côté Farhad Alavi, avocat de Washington spécialiste de la question.
Le problème repose sur la place du dollar, monnaie des échanges internationaux. Beaucoup d’entreprises se retrouvent ainsi sous le coup de la loi américaine, créant une sorte d’impérialisme juridique.