viernes, 16 de diciembre de 2011

EE.UU. ratifica política de bloqueo contra Cuba

El Congreso de Estados Unidos desestimó una propuesta legislativa que hubiera facilitado a Cuba la compra de mercancías estadounidenses.

Líderes en el Capitolio norteamericano, presionados por diputados conservadores de origen cubano, acordaron eliminar la iniciativa presentada por la representante republicana Jo Ann Emerson, para flexibilizar los pagos, que hoy deben hacerse en efectivo y por adelantado.

Una enmienda del Congreso de Estados Unidos aprobó la venta de alimentos a Cuba como excepción, tras el impacto causado por huracanes en la isla en 2001.

La medida mantuvo intacto el bloque económico, comercial y financiero contra Cuba que Washington estableció hace más de medio siglo con un costo para la isla de 975 mil millones de dólares.

Según fuentes congresionales, la enmienda Emerson fue borrada por exigencia de la extrema derecha, como compensación por la eliminación de un acápite incluido en la Ley del Presupuesto para limitar los viajes y remesas de dinero de los cubanos residentes en Estados Unidos a su país de origen.

El representante José Serrano, demócrata por Nueva York y miembro del Comité de Asignaciones de la Cámara, señaló que las restricciones propuestas por el congresista republicano Mario Díaz-Balart habían sido el último obstáculo en las negociaciones sobre el proyecto de ley general para gastos de 2012.

Balart pretendía que las restricciones regresarán al nivel establecido durante el gobierno de George W. Bush, cuando los cubanoamericanos sólo podían viajar a la nación caribeña cada tres años y enviar un máximo de mil 200 dólares anuales en remesas.

El Congreso estadounidense certificó estas resoluciones en las jornadas finales de discusión acerca de una iniciativa de ley federal presupuestaria para el siguiente año. El tema cubano, insertado por Balart, se había convertido en un obstáculo que llegó a bloquear el análisis del proyecto.

La mayoría republicana de la Cámara de Representantes amenazó con presionar nuevamente los párrafos sobre Cuba, si ambos hemiciclos legislativos no alcanzan el entendimiento a la hora de refrendar la versión final del texto.

Organizaciones a favor de flexibilizar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba habían demandado al Congreso rechazar el proyecto legal presentado por Díaz-Balart, para limitar los viajes y remesas al archipiélago.

Entre los opuestos a la idea está el Grupo de Estudios Cubanos, integrado principalmente por empresarios originarios de la isla y establecidos en este territorio, recordaron noticiarios.
Kathy Castor, congresista demócrata de Tampa, también llamó a legisladores de su partido y de la formación republicana a eliminar la cláusula, incorporada en junio pasado a un programa de gastos del Tesoro.

A la demanda se sumaron otros defensores de la normativa aprobada por el presidente Barack Obama en 2009 para flexibilizar algunas restricciones a los viajes a Cuba, entre ellos compañías de vuelos.

El bloqueo de Estados Unidos a Cuba constituye una violación del Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas, y ha sido condenado durante 20 años consecutivo por la Asamblea General de esta organización.

Luis René Fernández, investigador del Centro de Estudios Hemisféricos de la Universidad de La Habana, aclaró recientemente que “no existe comercio, pues lo realizado entre los dos países se limita a la importación por Cuba de productos agropecuarios y alimentos provenientes de Estados Unidos”.

“Es un proceso sujeto a estrictas regulaciones que lo limitan considerablemente  estas transacciones deben ser pagadas en efectivo antes de que las cargas salgan de puertos estadounidenses, un elemento totalmente contrario a las normas internacionales del comercio”, argumentó el experto.

(Tomado de Prensa Latina)

Europa: La espiral descendente

Por Miguel Guaglianone 

(BARÓMETRO INTERNACIONAL, especial para ARGENPRESS.info)

La crisis europea presenta todos los síntomas de un sistema en colapso. Las medidas tomadas para afrontar la crisis sólo constituyen la repetición de desgastadas fórmulas neoliberales, que aparentemente solo están logrando consolidar la inevitabilidad del fracaso económico-político del sistema establecido alrededor del Euro.

En la última reunión europea, bajo la batuta del dúo Merkel-Zarkozy (Alemania-Francia) se hicieron modificaciones importantes de los tratados constitutivos de la Unión Europea, utilizando una dudosa legalidad, pero con todo el peso del pragmatismo de moda marcado por las necesidades de los acreedores (bancos y grandes capitales). Los estados se comprometieron a limitar sus gastos, a priorizar el pago de sus deudas financieras, a limitar sus presupuestos y en fin, a plegarse a las necesidades de los eternos ganadores, por supuesto al costo del sacrificio de sus pueblos.

Allí Gran Bretaña, con la voz de su primer ministro David Cameron, se despegó de los compromisos tomados, por la presión de su propio sistema financiero agrupado en la City londinense, que no está dispuesto a limitar los gastos y a comprometerse a restricciones presupuestarias en el Estado. En un principio Gran Bretaña estuvo acompañada por Hungría, que también se resistió a acompañar unas medidas que colocan un saco de fuerza al crecimiento de los estados europeos, en función de respaldar el dinero de los grandes bancos. Finalmente, también los magyares cedieron, y una vez más Gran Bretaña quedó aislada del resto del continente.

Y que conste que no es que el gobierno de Gran Bretaña esté más preocupado por sus gentes que el resto de los europeos. Es precisamente allí donde están intentando aplicar leyes “antiterroristas” para sofocar las protestas sociales frente a la crisis económica. Sólo es que existen en la isla grandes capitales locales que no se benefician con las medidas europeas y que tradicionalmente intentan seguir un camino propio.

Mientras tanto Mariano Rajoy, el recién electo presidente español, se pasea por las reuniones intereuropeas, intentando convencer (sobre todo a Francia y Alemania) que España ha sido un buen alumno en lo referente a las medidas económicas restrictivas (aunque sus números sigan y sigan tendiendo al rojo) y que por ende debe estar entre los países que toman las decisiones, y no a la cola de las medidas decididas por Merkel y Zarkozy.

En definitiva, más y más de lo mismo. Ya Grecia e Italia están manejadas por notorios banqueros, dejando de lado cualquier tipo de voluntad popular, el PP (Partido Popular) español aplicará “a saco” las medidas neoliberales, y las modificaciones de los tratados colocan el resto de los gobiernos europeos frente a las mismas alternativas.

Todo parece indicar que prosigue indetenible la marcha hacia la catástrofe. La intención prioritaria de salvaguardar a los bancos y a los grandes capitales a costa del sacrificio de las gentes y el colapso de los Estados, es la única fuerza que está determinando las medidas “políticas” que se están tomando en Europa. Esta fuerza sigue imponiendo sus desgastadas recetas: recorte de gastos sociales, privatización de infraestructuras y servicios, reformas tributarias que golpeen al grueso de la población, reducción de los Estados, etc. Si este no fuera un panorama que huele a tragedia, podría hasta tener un giro chistoso. Lo cierto es que estas recetas ya fueron aplicadas hasta el cansancio en los países periféricos y dependientes, y sus resultados siempre han sido terribles para los pueblos (La Argentina de Mennen es el mejor ejemplo disponible).

Mientras tanto la situación tiene giros surrealistas. La Francia que encabeza las decisiones económicas tiene graves problemas económicos internos, sofocados por un sistema represivo feroz y un silencio cómplice de los medios de comunicación corporativos. La Alemania que lidera (locomotora, le dicen) las mismas decisiones tiene un altísimo índice de desempleo, y la pregunta clave respecto a su situación es: ¿Qué sucederá cuando las medidas obligadas aplicadas a los estados europeos restrinjan radicalmente sus consumos, y las exportaciones alemanas al resto del continente (que son las que mantienen el inestable equilibrio de la economía alemana), sufran la inevitable contracción?

En definitiva, no se avizoran buenas nuevas para Europa, todo parece indicar que está encaminándose directamente hacia el precipicio, y sus estamentos políticos están lo suficientemente anquilosados como para no ser capaces de generar ninguna respuesta diferente a las de proteger la integridad (y seguir fomentando su crecimiento) de los grandes capitales manejados a través de los bancos.

Mientras tanto, la América Latina buscando un camino propio, intenta generar mecanismos (MERCOSUR, ALBA, UNASUR, CELAC) de integración que le permitan ser cada vez más fuerte ante la crisis del mundo “desarrollado".

jueves, 15 de diciembre de 2011

La tradición intelectual de Occidente y la crisis del hombre moderno

"Llevar todo a casa"

Por Richard Tarnas

Podrían hacerse muchas generalizaciones acerca de la historia del pensamiento occidental, pero, hoy por hoy, tal vez lo que se presenta con evidencia más inmediata sea que, desde el principio hasta el final, se ha tratado de un fenómeno abrumadoramente masculino: Sócrates, Platón, Aristóteles, Pablo, Agustín, Tomás de Aquino, Lutero, Copérnico, Galileo, Bacon, Descartes, Newton, Locke, Hume, Kant, Darwin, Marx, Nietzsche, Freud… La tradición intelectual de Occidente ha sido producida y canonizada casi íntegramente por hombres y se ha inspirado predominantemente en perspectivas masculinas. Es claro que este predominio masculino en la historia intelectual de Occidente no se debe a que las mujeres sean menos inteligentes que los hombres, pero ¿se puede atribuir exclusivamente a las restricciones sociales? Yo pienso que no. Creo que hay en ello algo más profundo: algo arquetípico. La masculinidad de la mentalidad occidental lo ha invadido todo, ha sido fundamental, tanto en hombres como en mujeres, ha afectado todos los aspectos del pensamiento occidental y ha determinado su concepción básica del ser humano y el papel humano en el mundo. Las principales lenguas en que se desarrolló la tradición occidental, desde el griego y el latín, tendieron sin excepción a personificar la especie humana con palabras de género masculino: anthröpos, homo, l’homme, man, l’uomo, chelovek, der Mensch, hombre.

Como ha quedado fielmente reflejado en el relato histórico de este libro “La pasión del pensamiento occidental”, siempre ha sido «el hombre» esto o «el hombre» lo otro: «el ascenso del hombre», «la dignidad del hombre», «la relación del hombre con Dios», «el puesto del hombre en el cosmos», «la lucha del hombre con la naturaleza», «la gran conquista del hombre moderno», y así sucesivamente. El «hombre» de la tradición occidental fue un héroe masculino inquiridor, un rebelde prometeico biológico y metafísico que ha buscado sin cesar la libertad y el progreso, y que se ha esforzado permanentemente por diferenciarse de la matriz de la cual emergió y controlarla. Esta predisposición masculina en la evolución de la mentalidad occidental, aunque en gran medida inconsciente, no sólo ha sido característica de dicha evolución, sino que ha sido, también, esencial a ella.

En efecto, la evolución de la mentalidad occidental ha sido siempre impelida por un impulso heroico a forjar una identidad humana racional y autónoma, separándola de su unidad primordial con la naturaleza. Todas las perspectivas religiosas, científicas y filosóficas fundamentales de la cultura occidental, se han visto afectadas por esta decisiva masculinidad, que empezó hace cuatro milenios con las grandes conquistas patriarcales nómadas en Grecia y Medio Oriente a expensas de antiguas culturas matriarcales, y se manifestó en la religión patriarcal de Occidente a partir del judaísmo, en su filosofía racionalista a partir de Grecia y en su ciencia objetivista a partir de la Europa moderna. Todo esto ha servido a la causa de la evolución de la voluntad y el intelecto humanos, ambos autónomos: el yo trascendente, el yo individual independiente, el ser humano que se autodetermina en su originalidad, en su separación y en su libertad. Pero para lograr esto, la mentalidad masculina reprimió a la femenina. Esto puede verse en el sojuzgamiento y revisión de las mitologías matrifocales prehelénicas que tuvo lugar en la Grecia Antigua, o bien en la negación judeocristiana de la Gran Diosa Madre, o bien en la exaltación que hizo la Ilustración del frío yo racional, consciente de sí y escindido de una naturaleza exterior desencantada. En cualquier caso, la evolución de la mentalidad occidental se ha fundado en la represión de lo femenino, en la represión de la conciencia unitaria indiferenciada, de la participation mystique con la naturaleza, esto es, una progresiva negación del anima mundi, del alma del mundo, de la comunidad del ser, de lo omniimpregnante, del misterio y la ambigüedad, de la imaginación, la emoción, el instinto, el cuerpo, la naturaleza, la mujer.

Pero esta separación entraña, necesariamente, un anhelo de reunión con lo que se ha perdido, sobre todo después de haber llevado la heroica inquisición masculina a sus últimas y unilaterales consecuencias en la conciencia del pensamiento tardomoderno, que en su aislamiento absoluto se ha apropiado de toda la inteligencia consciente del universo (el hombre es un ser consciente inteligente, el cosmos es ciego y mecanicista, Dios ha muerto). Luego el hombre se enfrenta a la crisis existencial derivada de su condición de ser un yo consciente solitario y mortal arrojado a un universo que, en última instancia, carece de significado y es incognoscible. Y se enfrenta a la crisis psicológica y biológica derivada de vivir en un mundo modelado de tal manera que equivale a su cosmovisión; esto es, en un medio de fabricación humana y cada vez más mecanicista, atomizado, sin alma y autodestructivo. La crisis del hombre moderno es esencialmente una crisis masculina, y creo que su resolución ya empieza a advertirse con el tremendo surgimiento de lo femenino en nuestra cultura. Pero este surgimiento no se manifiesta únicamente en el auge del feminismo, en el creciente poder de las mujeres o el rápido florecimiento de la preparación intelectual de las mujeres y las perspectivas sensibles al género prácticamente en todas las disciplinas intelectuales, sino también en el sentido creciente de unidad con el planeta y con todas las formas de naturaleza del mismo, en la creciente conciencia de lo ecológico y en la reacción cada vez mayor contra las estrategias políticas y corporativistas que sostienen la dominación y la explotación del medio, en la preocupación creciente por abrazar la comunidad humana, en el colapso acelerado de antiguas barreras políticas e ideológicas que separan los pueblos del mundo, en el reconocimiento cada vez más profundo del valor y la necesidad de asociación, de pluralismo y del juego recíproco de muchas perspectivas. 

También se manifiesta en la extendida urgencia por volver a tomar contacto con el cuerpo, las emociones, el inconsciente, la imaginación y la intuición, en la nueva preocupación por el misterio del parto y la dignidad de lo maternal, en el creciente reconocimiento de una inteligencia inmanente en la naturaleza, en la gran popularidad de la hipótesis de Gaia. Se manifiesta en la apreciación cada vez mayor de las perspectivas culturales indígenas y arcaicas, tales como las de los nativos de América o África y los europeos antiguos, en la nueva conciencia de las perspectivas femeninas de lo divino, en la recuperación arqueológica de la tradición de la Diosa y el resurgimiento contemporáneo del culto a la Diosa, en el ascenso de la teología judeocristiana de orientación sofiánica y en la declaración papal de la Assumptio Mariae, en la brusca y espontánea aparición, ampliamente observada, de fenómenos arquetípicos femeninos en sueños individuales y en la psicoterapia. Y también es evidente en la gran oleada de interés por la perspectiva mitológica, en las disciplinas esotéricas, en el misticismo oriental, el chamanismo, la psicología arquetípica y transpersonal, la hermenéutica y otras epistemologías no objetivistas, en teorías científicas del universo holonómico, campos morfológicos, estructuras disipativas, teoría del caos, ecología de la mente, universo participativo y un largo etcétera. Como profetizó Jung, en la psique contemporánea se está produciendo un cambio histórico, una reconciliación entre las dos grandes polaridades, una unión de opuestos: un hieros gamos (matrimonio sagrado) entre lo masculino, dominante durante mucho tiempo, pero ahora alienado, y lo femenino, reprimido durante mucho tiempo, pero ahora en ascenso.

Este dramático desarrollo no es meramente una compensación, un simple retorno de lo reprimido, ya que, a mi entender, fue siempre la meta subyacente a la evolución intelectual y espiritual de Occidente. Pues la pasión más profunda de la mentalidad occidental ha sido la de reunirse con el fundamento de su propio ser. El impulso decisivo de la conciencia masculina de Occidente fue su indagación dialéctica no sólo con el fin de autorrealización, sino también, en último término, para recuperar su conexión con el todo, para armonizarse con el gran principio femenino de la existencia: diferenciarse de lo femenino, pero luego redescubrirlo y reunirse en él, con el misterio de la vida, la naturaleza y el alma. Esta reunión puede darse ahora en un nivel nuevo y profundamente distinto del de la unidad inconsciente primordial, pues la larga evolución de la conciencia humana ha puesto por fin a ésta en condiciones de abrazar libre y conscientemente el fundamento y la matriz de su propio ser. El telos, la dirección y la meta inherentes al espíritu occidental, ha consistido en volver a conectar con el cosmos en una particiation mystique madura, en entregarse a sí mismo, libre y conscientemente, a una unidad mayor que preserva la autonomía humana a la vez que trasciende la alienación humana.

Pero para lograr esta reintegración de lo femenino reprimido, lo masculino debe pasar por un sacrificio, por una muerte del yo. El pensamiento occidental debe tener la voluntad de abrirse a una realidad cuya naturaleza podría hacer añicos sus creencias mejor establecidas acerca de sí mismo y del mundo. Éste es precisamente el acto de heroísmo que ha de tener lugar. Ahora es necesario cruzar un umbral que exige un valeroso acto de fe, de imaginación, de confianza en una realidad más amplia y compleja; umbral que, además, exige un acto de autopercepción sin flaqueza alguna. He aquí el gran desafío de nuestra época, el imperativo evolutivo de que lo masculino vea más allá de su hubris y su unilateralidad, que se apodere de su sombra inconsciente, elija entrar en una relación fundamentalmente nueva de mutualidad con lo femenino en todas sus formas. Lo femenino, pues, deja de ser lo que se debe controlar, negar, explotar, para convertirse en lo que debe reconocerse y respetarse plenamente y a lo que hay que responder por lo que es en sí mismo; deja de ser lo que no se reconoce como «otro» objetivado, para convertirse en fuente, meta y presencia inmanente.

Éste es el gran reto, aunque yo creo que se trata de un reto para el cual el espíritu occidental se ha venido preparando lentamente durante toda su existencia. Creo que el incansable desarrollo interior de Occidente y el incesante ordenamiento masculino de la realidad ha ido llevando poco a poco, en un movimiento dialéctico de inmensa longitud, hacia un matrimonio profundo y en muchos niveles de lo masculino y lo femenino, una reunión triunfal y restauradora. Y a mí me parece que gran parte del conflicto y la confusión de nuestro tiempo es reflejo del hecho de que este drama de la evolución se está aproximando a sus fases culminantes. Nuestra época está produciendo algo fundamentalmente nuevo en la historia humana: somos testigos –y lo padecemos- del trabajo de parto de una nueva realidad, una nueva forma de existencia humana, un «hijo» que es fruto de este gran matrimonio arquetípico y que lleva en su seno todos sus antecedentes, pero en una nueva forma. Por tanto, reafirmaría yo los indispensables ideales que han expresado los valedores de las perspectivas contraculturales feministas, ecologistas, arcaicas y otras. Pero también quisiera dar mi apoyo a quienes han valorado y sostenido la tradición central de Occidente, pues creo que esta tradición –toda la trayectoria desde los poetas épicos griegos y los profetas hebreos, la larga lucha intelectual y espiritual desde Sócrates y Platón, Pablo y Agustín, a Galileo y Descartes y a Kant y Freud-, que este estupendo proyecto occidental debería considerarse una parte necesaria y noble de una gran dialéctica, y no ser rechazado simplemente como una confabulación imperialista-chauvinista.

No sólo esta tradición ha preparado penosamente el camino para su autotrascendencia, sino que posee recursos que su propio avance prometeico dejó atrás y recortó y que apenas hemos comenzado a hacer, lo cual, paradójicamente, sólo la apertura a lo femenino puede permitirnos integrar. Cada perspectiva, masculina y femenina, es aquí afirmada a la vez que trascendida, reconocida como parte de un todo que la abarca; cada polaridad requiere la otra para su plena realización. Y su síntesis lleva más allá de sí misma, pues ofrece una inesperada apertura a una realidad más amplia que no se puede aprehender antes de que llegue, porque esta nueva realidad es, ella misma, acto creador.

Pero ¿por qué la impregnante masculinidad de la tradición intelectual y espiritual de Occidente se nos ha hecho de pronto evidente, tras haber permanecido invisible para casi todas las generaciones anteriores? Creo que eso sólo ocurre hoy porque, como sugirió Hegel, una civilización no puede tomar conciencia de sí misma, no puede reconocerse como significativa, hasta que no ha madurado lo suficiente como aproximarse a su muerte.

Hoy en día tenemos experiencia de algo que se asemeja mucho a la muerte del hombre moderno, que se asemeja mucho, en verdad, a la muerte del hombre occidental. Tal vez el final del «hombre» esté al alcance de la mano. Pero el hombre no es una meta. El hombre es algo que debe ser superado… y completado, en el abrazo con lo femenino.


Crisis mundial: algunos escenarios

Por Guillermo Almeyra

La crisis capitalista –cuyo curso se parece a los dientes de un serrucho– abarca todo el planeta y todos los grandes centros de la economía (Estados Unidos, Europa, Japón, China), pero no lo hace con la misma magnitud ni tiene simultaneidad, ya que, por ejemplo, China reduce su ritmo de crecimiento pero éste sigue siendo muy alto; Europa se precipita en la depresión y Estados Unidos, en cambio –como Japón–, está estancado y con grandes problemas, pero se sostiene fundamentalmente gracias al apoyo chino, que mantiene el valor de los bonos del tesoro estadunidenses que, si Pekín no los comprase, se derrumbarían.

Ahora está estallando la Europa unida que aparecía ante todos como un territorio de gobiernos e incluso de estados, pero que no era en realidad sino una unión –una banda– de banqueros, financieros y especuladores trabajando a espaldas de los pueblos del viejo continente e imponía e impone su política a las autoridades electas, muchas de las cuales están formadas por miembros de esa camarilla.

Décadas de esfuerzos de los trabajadores se hacen humo, junto con los ahorros y buena parte de los salarios reales y con las esperanzas ilusorias en un futuro de progreso y abundancia. El Banco Central Europeo (BCE) presta dinero con el uno por ciento de interés para quien quiera invertir. Pero, ¿quién va a hacerlo en países donde el consumo general se reduce drásticamente, al igual que el gasto público, debido a los nuevos impuestos, la restricción de subsidios, los despidos, los cortes en educación, asistencia social, protección del territorio, las rebajas de los salarios reales?

En realidad, el BCE le da dinero a los bancos, pero éstos de lo único que se preocupan es de tratar de recuperar el máximo del dinero prestado aunque, actuando de ese modo, desangren a los países y coloquen a los gobiernos en situación de extrema debilidad política ante las inevitables protestas populares. Brasil ofrece ayudar a la Unión Europea, pero esa ayuda, además de insuficiente si no hay un cambio en la gestión capitalista de la crisis, equivaldrá a quemar dinero para calmar a los dioses.

En cuanto a China, que compró bonos españoles e italianos, no puede salvar al mismo tiempo a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE), aunque su apoyo a ésta le pudiera servir en lo inmediato para ampliar su mercado si esa entidad la reconoce como economía de mercado.

Tampoco es posible seguir como hasta ahora porque nadie cumplió con las normas elementales impuestas en Maastricht, de un déficit de 3 por ciento y un endeudamiento máximo del 60 por ciento del producto interno bruto (PIB). Quedan, pues, dos opciones fundamentales: correr hacia adelante para tratar de salir de la crisis o retroceder en pánico, pero lo más ordenadamente posible, para salvar lo salvable.

En una maratónica sesión, la UE eligió por ahora la primera, y elaborará un nuevo tratado en marzo que impondrá disciplina fiscal y sanciones al país que no cumpla con las reglas. El déficit estructural permitido se limitará a 0.5 por ciento del PIB, el Banco Central Europeo administrará un fondo de emergencia de 500 mil millones de euros, a los que se sumarán otros 150 mil millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), y las sanciones se aplicarán, salvo en el caso en que dos tercios de los países miembros se opongan a ellas.

Tras la cesión parcial de la soberanía al crear el euro, se llega ahora al control de las economías y las políticas económicas y fiscales por una entidad burocrático-financiera internacional, lo cual acaba de hecho con las soberanías nacionales. Inglaterra se agarra de esto para no participar en el nuevo tratado, con el pretexto de no perder su independencia (en realidad, para dar rienda libre a los capitales especulativos y mantener su papel de torpedo estadunidense dirigido contra la Unión Europea). Ésta estará constituida ahora por 17 países, a los cuales se sumarían quienes quisiesen (los países bálticos, más Rumania y Polonia ya lo hicieron).

El resultado es una Europa de primera y otra de segunda, con una semilla francoalemana y una pulpa con diversos grados de deterioro.

¿Qué presagia esta aventura? Presenciaremos el aumento de los nacionalismos de derecha y extrema derecha. También el crecimiento paralelo de la violencia de los enfrentamientos sociales ante la evidencia de que los gobiernos capitalistas están tratando de salvar a los bancos y al capital a costa de todo lo demás. Habrá igualmente crisis políticas en cada país (Sarkozy tiene los días contados, y en Italia y España resurgirá a medio plazo una izquierda anticapitalista) y aumentos de los localismos y regionalismos como expresión deformada de la defensa de la democracia eliminada centralmente y también de la defensa de los intereses de los sectores capitalistas medios y pequeños, productivos y locales, sacrificados al gran capital.

La xenofobia estará igualmente al orden del día en buena parte de Europa, y Rusia se sentirá más débil y cercada, por lo que endurecerá la dictadura de Putin y su enfrentamiento geopolítico con Estados Unidos.

Tendremos así algo parecido a una mezcla entre los explosivos años 30 y el comienzo de la guerra fría después de la Segunda Guerra Mundial, con la incógnita de cuál será el efecto real de la crisis europea sobre la economía y la estabilidad social en China.

Fuentes: Diário mexicano
                  Adital

lunes, 12 de diciembre de 2011

Europa:

Una crisis larga, aterradora y aburrida

Por TIMOTHY GARTON ASH*

Europa no se va a salvar este viernes en Bruselas. Como mucho, conseguirá una prórroga para enfrentarse a otro trauma. Después de estos “10 días para salvar el euro” llegarán 10 semanas, 10 meses, 10 años. La “aterradora y aburrida crisis” de Europa, en palabras de un observador en la capital comunitaria, seguirá adelante. Angela Merkel compara el salvamento de la Eurozona con una maratón; en realidad, se parece más a una carrera de obstáculos campo a través, con un nuevo foso detrás de cada falso horizonte.

En primer lugar, está la cuestión inmediata de que los Gobiernos de la eurozona logren o no recuperar la confianza de los mercados. Hasta qué punto va a ser eso difícil queda demostrado por el hecho de que, el mismo día en que Merkel y Nicolas Sarkozy anunciaron que iban a salvar (otra vez) definitivamente la Eurozona, Standard and Poor’s advirtió de una posible calificación negativa del crédito incluso para Alemania con su triple A. Un analista del mercado de bonos me explica que, una vez que se ha minado la confianza fundamental de los inversores, hay que rehacer todos los cálculos. Ya no es un problema de precio. Da igual que la empresa X o el país Y ofrezca rendimientos del 5%, 6%, 7% u 8%: los inversores no quieren saber nada. Los países de la eurozona, como Italia, necesitarán pedir prestadas grandes sumas de dinero el año próximo, y es posible que los mercados -esos lugares en los que se acumulan las codicias y los pánicos individuales- vuelvan a decir que no. Entonces tendremos otros “10 días para salvar el euro”.

Luego está la cuestión de qué combinación de unión fiscal, mayor intervención del Banco Central Europeo (BCE) y garantías alemanas sobre la deuda de, por lo menos, algunos de los otros países de la eurozona (eurobonos, bonos de estabilidad, mutualización de la deuda, llámese como se quiera), servirá para calmar a los mercados durante más tiempo, y si los lentos mecanismos de la política de la UE serán capaces de ponerse en marcha con la rapidez suficiente.

Los mercados de bonos son como cocodrilos; hacen falta elefantes para devolverlos a su río. En este caso, el elefante es una entidad soberana poderosa y decidida, capaz de hacer lo que los mercados financieros no pueden pero con lo que sueñan: imprimir dinero. Por supuesto, tiene que ser dinero que otros vayan a aceptar como moneda fuerte, que no amenace la “estabilidad de precios” que es el anillo del nibelungo de la Alemania contemporánea. El anillo actual está protegido por dos gigantes wagnerianos, el Bundesbank (Fasolt) y el tribunal constitucional alemán (Fafner), amboselogiados específicamente por Merkel en su discurso ante el Bundestag la semana pasada. Pero la verdad es que, en las circunstancias económicas actuales, el BCE podría comprar más bonos de los que está comprando, imprimir más dinero y, aun así, no provocaría un exceso inflacionario. Como señala The Economist, la estabilidad de precios debe querer decir también impedir que los precios bajen. Lo que va a hacer que la gente empiece a llevar sus billetes de euro de un lado a otro en carreta, como se sabe que hicieron con sus marcos durante la hiperinflación de la Alemania de Weimar, no es la inflación, por ahora; es el derrumbe de la eurozona.

James Carville, el asesor y perro de presa del presidente Bill Clinton, dijo en una ocasión la famosa frase de que, si volviera a nacer algún día, le gustaría ser un mercado de bonos. En cambio, a los mercados de bonos les gustaría ser James Carville. Les encantaría ser uno de los principales asesores del presidente de un Estado soberano seguro como un elefante, como hasta hace poco se pensaba que era Estados Unidos. Porque solo una entidad soberana como esa puede garantizar -a los poseedores de bonos les gustaría pensar que de manera absoluta- unas ganancias sin riesgo. La eurozona no tiene nada parecido a una entidad soberana. Crearla no es un mero reto económico, sino también político.

Por tanto, el siguiente foso que hay que superar en la carrera de obstáculos, inmediatamente después del anterior, es saber si los países de la Eurozona están dispuestos a ponerse de acuerdo sobre las medidas políticas necesarias para supervisar la unión fiscal. Si se va a imponer disciplina presupuestaria a Estados miembros de la eurozona como Italia o España, ¿qué instituciones supervisarán y legitimarán esa intromisión en las competencias fundamentales de una nación-Estado y las vidas de sus ciudadanos? ¿Deben ser las instituciones centrales ya existentes en la UE, como la Comisión Europea, quizá dotada de más legitimidad mediante elecciones directas? ¿Deben ser representantes de los Parlamentos nacionales, en una especie de Senado?

Francia y Alemania empezaron teniendo opiniones muy contrarias a este respecto. Esta semana los dos cedieron algo de terreno, pero ¿bastará la chapuza obtenida para satisfacer ni siquiera a sus propios aparatos políticos y ciudadanos inquietos? (Francia tiene elecciones presidenciales el año que viene; las de Alemania se celebrarán en 2013). ¿Y qué ocurre con los irlandeses, italianos, españoles y griegos? Detrás del árido lenguaje del “cambio de los tratados”, ya sea incluyendo a los 27 miembros de la UE o solo a los 17 actuales de la eurozona, se encuentran al acecho elementos políticos esenciales como el de que “no hay impuestos si no hay representación”.

Lo que es evidente es que no todos estarán en esta eurozona más unida, si es que al final se hace realidad. Sarkozy y otros hablan ya sin reparos de una Europa de dos velocidades. Pero no será una Europa de dos velocidades. Será una Europa de muchas velocidades y quizá muchas direcciones.

En su discurso de la semana pasada, Sarkozy dijo que “con Alemania y Francia unidas, toda Europa está unida y fuerte. Con Francia y Alemania desunidas, toda Europa está desunida y débil”. La segunda afirmación es cierta, pero la primera es claramente falsa. Lo que Der Spiegel llama en tono provocador el “Diktat germano-francés” no garantiza por sí solo la unidad de Europa en general. Y “geometría variable” no es más que un término bonito.

Mientras los 27 Estados miembros no resuelvan cómo combinar unos Estados Unidos de la eurozona, o pequeña Europa, con las estructuras existentes de la Unión Europea, el refuerzo de algunas partes debilitará el todo.

Y esto nos devuelve a la economía. La eurozona solo se reforzará a largo plazo si sus economías empiezan a crecer de nuevo.

¿Y si las políticas antikeynesianas exigidas por Alemania significan que partes importantes de la eurozona no recuperan el crecimiento? ¿Y si los miembros del sur, más débiles, experimentan años de sufrimiento, mientras países del norte como Alemania, Austria y Finlandia vuelven a tener beneficios? ¿Y si la periferia de la UE, la que no está en el euro -incluida Gran Bretaña- crece más deprisa que la eurozona? Las asimetrías en el comportamiento económico agudizarán las tensiones políticas.

Por debajo de todo esto, está la cuestión de que Europa ha perdido prestigio y poder en el mundo. Hace 10 años, había visiones optimistas de que Europa iba a “dirigir el siglo XXI”. Los chinos pensaban que la UE era un polo fundamental de un mundo multipolar. El otro día hablé con un personaje destacado de la escuela central del Partido Comunista Chino. ¿Qué le parecía ahora la UE? “Tratamos con cada país por su cuenta”, respondió. La UE, como tal, es “una cosa como Italia o España”. En otras palabras: la UE actual incita todo el tiempo a China a emplear la estrategia del divide y vencerás.

A partir de ahora, en todas las cumbres europeas debería estar presente una voz simbólica de China. No hace falta que sea alguien realmente chino; bastaría con un europeo que sea experto en aquel país. Antes de que los líderes europeos se pongan a trabajar, ese personaje simbólico debería transmitirles la valoración que hace China de la situación en Europa, con toda la franqueza y la brusquedad de las que son capaces los chinos. Si eso no les obliga a centrarse psicológicamente, no sé qué otra cosa lo conseguirá.

*Timothy Garton Ash es catedrático de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford, investigador titular en la Hoover Institution de la Universidad de Stanford. Su último libro es Los hechos son subversivos: ideas y personajes para una década sin nombre.Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia. Artículo en Tribuna de El País, 09/12/2011

ISLANDIA TRIPLICARA SU CRECIMIENTO EN 2012 TRAS ENCARCELAR A POLITICOS Y BANQUEROS

Por Maestroviejo

Islandia consiguió acabar con un gobierno corrupto y parásito. Encerró a los responsables de la crisis financiera en la cárcel. Empezó a redactar una nueva Constitución hecha por ellos y para ellos. Y hoy, gracias a la movilización, será el país más próspero de un occidente sometido a una tenaz crisis de la deuda.

Es la ciudadanía islandesa, cuya revuelta en 2008 fue silenciada en Europa por temor a que muchos tomaran nota. Pero lo lograron, gracias a la fuerza de toda una nación, lo que empezó siendo crisis se convirtió en oportunidad. Una oportunidad que los movimientos altermundistas han observado con atención y lo han puesto como modelo realista a seguir.

Desde En Positivo, consideramos que la historia de Islandia es una de las más buenas noticias de los tiempos que corren. Sobretodo después de saber que según las previsiones de la Comisión Europea, este país del norte atlántico, cerrará el 2011 con un crecimiento del 2,1% y que en 2012, este crecimiento será del 1,5%, una cifra que supera el triple que la de los países de la zona euro. La tendencia al crecimiento aumentará incluso en 2013, cuando está previsto que alcance el 2,7%. Los analistas aseveran que la economía islandesa sigue mostrando síntomas de desequilibrio. Y que la incertidumbre sigue presente en los mercados. Sin embargo, ha vuelto a generar empleo y la deuda pública ha ido disminuyendo de forma palpable.

Este pequeño país del periférico ártico rechazó rescatar a los bancos. Los dejó caer y aplicó la justicia sobre quienes habían provocado ciertos descalabros y desmanes financieros. Los matices de la historia islandesa de los últimos años son múltiples. A pesar de trascender parte de los resultados que todo el movimiento social ha conseguido, poco se ha hablado del esfuerzo que este pueblo ha realizado. Del límite que alcanzaron con la crisis y de las múltiples batallas que todavía están por resolver. Sin embargo, lo que es digno de mención es la historia que habla de un pueblo capaz de comenzar a escribir su propio futuro, sin quedar a merced de lo que se decida en despachos alejados de la realidad ciudadana. Y aunque sigan existiendo agujeros por llenar y oscuros por iluminar.

La revuelta islandesa no ha causado otras víctimas que los políticos y los hombres de finanzas. No ha vertido ninguna gota de sangre. No ha sido tan llamativa como las de la Primavera Árabe. Ni siquiera ha tenido rastro de mediática, pues los medios han pasado por encima de puntillas. Sin embargo, ha conseguido sus objetivos de forma limpia y ejemplar.

Hoy por hoy, su caso bien puede ser el camino ilustrativo de los indignados españoles, de los movimientos de Occupy Wall Street y de quienes exigen justicia social y justicia económica en todo el mundo. Fuente: maestroviejo. 7 Diciembre 2011

miércoles, 7 de diciembre de 2011

“Embajada Virtual” de los Estados Unidos:


La caliente “guerra fría” contra Irán.
Por Leyde E. Rodríguez Hernández

La administración del presidente de los Estados Unidos, Barack  Obama, abrió  una nueva escalada en su agresiva política contra Irán, tras la inauguración de una “Embajada Virtual”, completamente on  line, en la web, para transmitir al pueblo iraní en idioma inglés y en  lengua farsi, los intereses subversivos de Washington.
Según explicó el Departamento  norteamericano de Estado, citado por agencias cablegráficas,  "esta página de Internet no es una verdadera misión diplomática  formal, ni representa una embajada real acreditada ante el  gobierno de Teherán. Pero, en ausencia de un contacto directo, puede funcionar como puente entre los dos pueblos, el  estadounidense y el iraní”.
Este hecho hostil hacia Irán, sin precedentes en la historia diplomática reciente,  rememora los peores momentos del período de la “guerra fría”, cuando los Estados Unidos, principal responsable de ese conflicto en las relaciones internacionales del siglo XX, utilizó los más importantes avances tecnológicos aplicados a la radio y televisión en su estrategia de contener, hacer retroceder y liquidar a sus adversarios socialistas en Europa del Este, y en otras regiones del mundo.
Con la “Embajada Virtual”, Obama profundiza la política oficial de los Estados Unidos de “cambio de régimen” en Irán, y ha optado por aplicar un poder no ya tan blando como el de las nuevas tecnologías, para conquistar las mentes y los corazones de los jóvenes y de todos aquellos sectores sociales iraníes que, siendo susceptibles a la desobediencia civil, pudieran crear una situación de “sublevación popular” que dañaría la imagen y la credibilidad del gobierno  presidido por Mahmud Ahmadineyah.
Sin descartar un conflicto caliente de consecuencia nuclear en esa convulsa región del planeta, los Estados Unidos juega a la “guerra fría” en la búsqueda de obtener un escenario de enfrentamiento interno y externo que justifique las condiciones propicias para el inicio de una escalada militar de envergadura mayor contra el país persa, en caso de que este mantenga su comportamiento actual y sea capaz de derrotar las presiones de la diplomacia real estadounidense, de sus aliados en la Unión Europea y en el entorno geográfico iraní.  
Más allá de la campaña mediática sobre los supuestos planes encubiertos de Irán para construir un programa de armas nucleares, la “Embajada Virtual” en Teherán constituye una demostración del desespero de la Casa Blanca en cambiar la correlación de fuerzas políticas y militares en la región del Medio Oriente y Asia Central. No debemos olvidar que para los Estados Unidos resulta vital el control de las rutas del petróleo y el gas, así como la inclinación de la balanza de poder regional a favor de sus intereses estratégicos mediante cambios de gobiernos en Irán, Siria, la implantación de nuevas bases militares y la extensión de sistemas antimisiles hasta bien cerca de las fronteras nacionales de Rusia y China, sus dos principales rivales en la Política Internacional del siglo XXI.
Esta jugada de uso de las tecnologías de la información para la agresión política, ideológica y la subversión, a través de una “Embajada Virtual”, evidencia que la mayor amenaza al ciberespacio y a la seguridad nacional de las naciones proviene de los Estados Unidos, porque desprecia las más elementales normas del Derecho Internacional y la soberanía de los pueblos. Otra vez queda al descubierto que el espacio -ciberespacio- tienen un carácter geopolítico en las concepciones de la política exterior norteamericana   al  considerarlo la “cuarta frontera” en la que aspiran a tener supremacía absoluta en su afán de vulnerar la independencia y los derechos de autodeterminación de otras naciones, por todos los medios y ámbitos posibles.
Independientemente de las peculiares características del sistema político iraní, me parece justo el accionar de Teherán para entorpecer o bloquear el inaceptable y pretendido “sitio diplomático” enfilado a “tender puentes pueblo a pueblo”. Las agencias de prensa también comentaron que al intentar abrir en Irán la web http://iran.usembassy.gov/, aparece un mensaje de las autoridades iraníes en el que se señala que tiene contenidos delictivos y que el acceso no es posible debido a que la página tiene colocado en su entrada un breve vídeo de bienvenida de la secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, quien, en total insolencia, destaca que este medio puede ser una vía de comunicación, entendimiento y respeto entre los ciudadanos estadounidenses e iraníes. 

En apego a la legalidad internacional, solo corresponde a los Estados Unidos, en caso de que realmente quisiera relacionarse normalmente con el pueblo iraní, retomar los canales diplomáticos establecidos y reconocidos por todos los Estados, porque fue Washington quien rompió sus relaciones diplomáticas con Irán en 1980, durante la ocupación de su Embajada en Teherán, el 4 de noviembre de 1979, por un grupo de estudiantes islámicos apoyados por los partidarios del ayatolá Jomeini, quienes retuvieron en un principio a 66 estadounidenses, de los que liberaron a 14 a lo largo de los 444 días que duró la ocupación, mientras 52 de ellos se mantuvieron como rehenes hasta el final de la crisis, el 20 de enero de 1981.
Desde entonces, el gobierno de Suiza representa los intereses de los Estados Unidos en Irán, mientras que Pakistán alberga una sección de intereses de Teherán en su Embajada de Washington, pero lo cierto es que el bloque de países occidentales liderados por los Estados Unidos, han decidido doblegar a Irán ante el ascenso de este país al rango de incuestionable potencia regional por su alto desarrollo económico, científico y tecnológico, en un sistema mundial en recomposición por la tendencia creciente a la declinación de las antiguas potencias coloniales y el ascenso de nuevos actores de gran significación internacional en Asia y América Latina.   
La “Embajada Virtual” contra Irán es un ensayo que deberá ser rechazado en los foros de la ONU y de otras organizaciones internacionales y regionales interestatales, pues pudiera ser utilizada contra cualquier Estado o gobierno que no sea del agrado de Washington. La “Embajada Virtual” es un nuevo instrumento de la diplomacia estadounidense que debe ser considerado inaceptable en su versión de arma de guerra, subversión e injerencia extranjera.

Afganistán: ¿ocupación con beneficio económico?

Por Hedelberto López Blanch
Rebelión
                                                                        
El panorama de Afganistán no puede ser más desastroso después de cumplirse el pasado octubre, 10 años de la invasión y ocupación de su territorio por fuerzas estadounidenses y de la OTAN bajo el pretexto de que Osama Bin Laden y la organización Al Qaeda eran los responsables del atentado contra las torres gemelas ocurrido el 11 de septiembre de 2001. 

En la continuación de esa agresiva política y con el propósito manifiesto de apoderarse del control geopolítico del Asia Central, del Medio Oriente y de los ricos yacimientos petrolíferos de Irak, en 2003 bombardearon y ocuparon esa nación árabe y ahora, en 2011, lo hicieron en Libia. 

La inmensa mayoría de la población afgana vive en la más profunda pobreza, la hambruna resulta crónica en una vida catalogada por muchos inhumana y bajo la presión de las tropas ocupantes. 

La permanencia de las tropas norteamericanas en Afganistán, les ha costado a los contribuyentes estadounidenses alrededor de 1,25 billones de dólares. Miles de soldados de la OTAN (incluyendo a estadounidenses) han perecido o resultaron heridos de gravedad en los constantes combates y atentados. 

Pero el que más ha sufrido es el pueblo afgano. De sus 30 millones de habitantes, 10 millones están desocupados; el 85 % son analfabetos; la carencia de agua potable y alcantarillado es casi total en el amplio territorio; el 55 % de los niños padecen malnutrición y a diario mueren 600 infantes por enfermedades evitables. 

Aunque no hay cifras exactas, se estima que más de 100 000 civiles han muerto por la metralla de la OTAN. El informe Tendencias Globales 2010 de la Asociación de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) señaló que "tres de cada diez refugiados en el mundo son de Afganistán, con el 96 % de ellos ubicados en Pakistán y la República Islámica de Irán". 

Las promesas de reconstruir el país después de la invasión han quedado solo en los discursos de sus ocupantes. Un pequeño hospital que se levantó en Kabul se encuentra sin techo, con las cañerías de agua tupidas y atención asistencial ínfima. 

Sin embargo, el dinero sigue fluyendo para tratar de mantener la presencia extranjera y una gran parte se gasta en los miles de empleados occidentales (tanto militares, civiles y contratistas-mercenarios) cuyos sueldos son 200 veces superiores a los de cualquier trabajador nacional. 

La otra millonada esta dirigida a la militarización del Estado para tratar de mantener el control del país cuando Estados Unidos y la OTAN disminuyan sus tropas. El Washington Post informó que "la coalición liderada por Estados Unidos ya entregó en 2010, 22 000 vehículos, entre ellos 514 nuevos todoterrenos, carros blindados, 44 aviones y helicópteros, 40 000 armas y decenas de miles de radios y otras piezas de equipos de comunicaciones" a un costo de 2 700 millones de dólares. 

Las plantaciones de amapolas, para producir opio se han extendido por el territorio. El 25 % del PIB –unos 2 500 millones de dólares- del gobierno precedido por Hamid Karzai, corresponde a la producción de droga. El narco estado afgano (numerosos informes destacan el control y la participación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en el negocio) abasteció en 2009, el 92 % el opio y la heroína al mundo -– el 85 % al mercado europeo y 35 % del estadounidense. 

El gobierno norteamericano, por encima de estos gastos, vicisitudes, bajas mortales y problemas internacionales que se le han creado por esas invasiones, mira con garras de Águila las perspectivas geopolíticas y económicas millonarias que a la larga puede obtener en el país asiático. 

En cuanto a la geopolítica, si logra pacificar el país, podría romper el control que Rusia mantiene sobre el transporte petrolero; debilitar a ese país en la región y disminuir la influencia que ostenta sobre Asia Central; impedir la reunificación euroasiática bajo Moscú. 

Asimismo, limitar la influencia económica, política y cultural de Irán y China en la zona; rodear militarmente a Irán y establecer bases cercanas a la frontera con China. 

En el orden económico, un reciente informe del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) sobre la prospección desarrollada en los dos últimos años en 24 zonas afganas, resulta impresionante. 

El diario The New York Times y la televisión Rusia Today, al citar fuentes de USGS, indicaron que el yacimiento de Zarkashan, en la provincia de Gazni, contiene cobre y oro por valor de 30 000 millones de dólares, además de los depósitos de zinc, aluminio, azufre y wolframio. 

El de la zona fronteriza entre las provincias de Kandahar y Zābul podría contener 28 469 200 kilos de cobre, 724 010 de molibdeno, 9 067 de plata y 682 de oro. En la frontera entre las provincias de Zābul y Baghlan se detectó la presencia de aluminio (4 535 000 kilos), y el situado entre las provincias de Kandahar y Lawgar tiene 16 880 000 kilos de cobre y 600 000 de cobalto. 

El encontrado en Bamyan, provincia de Baglán, poseen 226 000 millones de kilos de hierro. En el de Badajshán, frontera afgana con Tayikistán, existe abundante presencia de lazurita, wolframio, oro, aluminio, zinc, hierro y azufre. 

Los especialistas estiman que el país posee más de 130 000 millones de kilos de mármol, además de la presencia de tierras raras, niobio, uranio y torio, en primer lugar. 

Según las fuentes citadas, esto es solo una pequeña porción de los descubrimientos geológicos obtenidos. 

Ahora el problema principal es cómo controlar a las diversas étnias afganas, que cuentan con un tradicional y amplio expediente de lucha contra los invasores, para al final intentar adueñarse de las riquezas minerales de Afganistán.

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Por qué la CELAC es un actor progresista en la Política Internacional?


Por Leyde E. Rodríguez Hernández
Tras la constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), los días 2 y 3 de diciembre de 2011, en  Caracas, mucho se ha debatido sobre el surgimiento de un nuevo actor regional de signo progresista en las relaciones económicas y políticas internacionales. 
En ese sentido, la Ciencia Política ha acuñado el concepto de actor para referirse a entidades colectivas, o entes sociales, que actúan e influyen con su accionar  en la dinámica del escenario internacional. En suma, los actores internacionales son los elementos que integran el Sistema de Relaciones Internacionales.
Además de los Estados, que han sido los principales actores internacionales, y durante siglos los actores casi exclusivos de la dinámica mundial, también son actores internacionales, las grandes organizaciones interestatales, como la ONU, y las organizaciones regionales, pues, aunque sus facultades les han sido atribuidas por los Estados, tienen una personalidad jurídica propia una vez creadas.
En relación con la introducción teórica de los párrafos iníciales, la CELAC es el único mecanismo de diálogo que agrupa a 33 países de América Latina y el Caribe, que han acordado su disposición de avanzar en el proceso de integración política, económica, social y cultural, en los marcos de un equilibrio justo entre la unidad y la diversidad; y sobre la base de un programa común de bienestar, paz y seguridad con el objetivo de consolidarse en una comunidad regional.
Es el resultado de los acervos heredados por los principios compartidos y consensos adoptados en la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre la Integración y Desarrollo (CALC) y el Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política del Grupo de Río, que luego de una trayectoria útil cesaron formalmente sus acciones y dieron lugar a la CELAC.     
Es un foro de concertación política cuyos procesos de intercambio y negociación tendrían en cuenta los valores y principios reconocidos por todos los Estados en la Carta de las Naciones Unidas, a saber: el respeto al Derecho Internacional, la solución pacífica de las controversias, la prohibición del uso y de la amenaza del uso de la fuerza, el respeto a la autodeterminación, la soberanía, la integridad territorial, la no injerencia en los asuntos internos de cada país, la protección y promoción de todos los derechos humanos y de la democracia.
La CELAC representa un avance en el fortalecimiento y la consolidación de las complementariedades latinoamericana y caribeña en la senda del desarrollo socio-económico y la cooperación; es un eje integrador del  espacio común y servirá de instrumento para la reducción de las asimetrías entre los países miembros de la entidad.
Con la CELAC, se ha sellado un ciclo histórico y nació un actor progresista en las relaciones hemisféricas e internacionales, porque en sus concepciones estratégicas está contenido el ideario bolivariano, martiano, fidelista, chavista, guevariano, el cual irrumpe en la Política Internacional para contribuir a la transformación de las actuales relaciones hegemónicas Norte-Sur, y hacer de los vínculos Sur-Sur un verdadero paradigma de la unidad y la paz en un sistema mundo deseado pluripolar y pluricultural en su perspectiva contraria a las injustas relaciones de poder  dominantes en la Relaciones Internacionales.    
En resumen, la CELAC es portadora de una nueva ética, lo que la convierte en un actor con efectivas potencialidades para el despliegue de una amplia agenda continental en un contexto histórico y político de avances progresistas en las relaciones hemisféricas. No por casualidad, su existencia ya goza del reconocimiento de importantes potencias mundiales como China y Rusia, y de otros actores de gran significación en la Política Internacional.   


lunes, 5 de diciembre de 2011

La evocación de Puerto Rico por Daniel Ortega


Por Leyde E. Rodríguez Hernández
Al llegar la hora definitiva de la independencia y la integración de América Latina y el Caribe, con la trascendental fundación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), al igual que Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, muchos ciudadanos de las Antillas pusieron su reflexión en el Puerto Rico colonizado y asociado a los Estados Unidos.
El recuerdo solidario de Ortega de que un pueblo estaba sin representación, ausente en la cumbre fundacional de la CELAC, también reivindicó más de dos siglos de lucha y esperanzas de los latinoamericanos y caribeños, como esbozó el presidente cubano Raúl Castro Ruz.  En su aldabonazo, Ortega redimió la prédica del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y la continuidad del pensamiento libertario de Simón Bolívar, cuando concibieron inconclusa la gesta libertaria de “Nuestra América” sin la independencia de Cuba, Puerto Rico y de las Antillas, en su conjunto. Un proyecto de emancipación que, en los casos particulares de Cuba y Puerto Rico, fue saboteado y obstaculizado por los Estados Unidos, desde la misma época de Bolívar.
Así quedó manifiesto en el artículo: “El tercer año del Partido Revolucionario Cubano”, publicado en el periódico Patria, en Nueva York, el 17 de abril de 1894, en el que Martí evocó sus profundas ideas sobre Cuba y Puerto Rico con la siguiente proyección: “Convencido de que la independencia de Cuba y Puerto Rico no es sólo el medio único de asegurar el bienestar decoroso del hombre libre en el trato justo a los habitantes de ambas islas, sino el suceso histórico indispensable para salvar la independencia amenazada de las Antillas libres, la independencia amenazada de la América libre, y la dignidad de la República norteamericana. ¡Los flojos, respeten: los grandes, adelante! Esta es tarea de grandes”.
Y Martí lo escribió con esa claridad en el periódico Patria, porque en su primer editorial, el 14 de marzo de 1892, ya había expuesto con énfasis su pensamiento y programa revolucionarios al advertir que: “Nace este periódico, por la voluntad y con los recursos de los cubanos y puertorriqueños independientes de Nueva York, para contribuir sin descanso, a la organización de los hombres libres de Cuba y Puerto Rico…”, para juntar y amar”, para trabajar por la libertad de ambos pueblos”.
En el ideario antiimperialista y latinoamericanista de Martí encontramos la importancia de las Antillas para la independencia y soberanía de los países de la región. Debe recordarse que en vísperas de su muerte le confió en una carta a su amigo Manuel Mercado que: “Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber –puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba, que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso”.
Pero, a pesar de tantos esfuerzos y sacrificios, en el siglo XX, el imperialismo norteamericano alcanzó sus objetivos geopolíticos y económicos en las Antillas, convirtió a Puerto Rico en su colonia e impuso su dominación en el Caribe.  Como Martí y Fidel, la evocación de Puerto Rico por Daniel Ortega, en la Cumbre de la CELAC, nos lleva de la mano a la convicción de que la libertad plena de las Antillas - Mayores y Menores- preservaría hacia el futuro la independencia de América Latina. Aquí radica la importancia estratégica de un Puerto Rico verdaderamente libre y sin la tutela de los Estados Unidos, así como el avance de la Revolución cubana en el siglo XXI.

Sabiendo que los desafíos para la CELAC serán enormes, porque se trata en términos martianos de una tarea de grandes hacia adelante y a respetar por los flojos, los progresistas latinoamericanos y caribeños celebramos el nacimiento del nuevo mecanismo integracionista en correspondencia con su indudable contribución al necesario equilibrio político de las Américas y el mundo. Desde ahora, podemos decir que la CELAC es un freno a las políticas hegemónicas de los Estados Unidos y sus aliados europeos. Símbolos de una civilización en crisis económica, política y social, con síntomas de decadencia y descomposición, lo cual Martí avizoró, como resultado forzoso de la inevitable expansión más allá de sus fronteras nacionales.

En los prometedores tiempos que se abren, para América Latina y el Caribe, la creación de la CELAC deberá ser un foro propicio para debatir la incorporación de los intereses del hermano pueblo de Puerto Rico al concierto de naciones de la “América Nuestra”.
Las valientes y preclaras palabras de Daniel Ortega nos hacen enaltecer  los hermosos versos de “La Borinqueña”, todavía vigentes para Puerto Rico y otros pueblos semiindependientes de la región:
                  “No más esclavos
               Queremos ser,
                      Nuestras cadenas
                      Se han de romper”.