Tras la constitución de la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC),
los días 2 y 3 de diciembre de 2011, en Caracas, mucho se ha debatido sobre el surgimiento de un nuevo actor regional
de signo progresista en las relaciones económicas y políticas internacionales.
En ese sentido, la Ciencia Política
ha acuñado el concepto de actor para referirse a entidades colectivas, o entes
sociales, que actúan e influyen con su accionar
en la dinámica del escenario internacional. En suma, los actores
internacionales son los elementos que integran el Sistema de Relaciones
Internacionales.
Además de los Estados, que
han sido los principales actores internacionales, y durante siglos los actores
casi exclusivos de la dinámica mundial, también son actores internacionales,
las grandes organizaciones interestatales, como la ONU, y las organizaciones
regionales, pues, aunque sus facultades les han sido atribuidas por los
Estados, tienen una personalidad jurídica propia una vez creadas.
En relación con la
introducción teórica de los párrafos iníciales, la CELAC es el único mecanismo
de diálogo que agrupa a 33 países de América Latina y el Caribe, que han
acordado su disposición de avanzar en el proceso de integración política,
económica, social y cultural, en los marcos de un equilibrio justo entre la
unidad y la diversidad; y sobre la base de un programa común de bienestar, paz
y seguridad con el objetivo de consolidarse en una comunidad regional.
Es el resultado de los
acervos heredados por los principios compartidos y consensos adoptados en la
Cumbre de América Latina y el Caribe sobre la Integración y Desarrollo (CALC) y
el Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política del Grupo de Río,
que luego de una trayectoria útil cesaron formalmente sus acciones y dieron lugar
a la CELAC.
Es un foro de concertación política
cuyos procesos de intercambio y negociación tendrían en cuenta los valores y
principios reconocidos por todos los Estados en la Carta de las Naciones
Unidas, a saber: el respeto al Derecho Internacional, la solución pacífica de
las controversias, la prohibición del uso y de la amenaza del uso de la fuerza,
el respeto a la autodeterminación, la soberanía, la integridad territorial, la
no injerencia en los asuntos internos de cada país, la protección y promoción
de todos los derechos humanos y de la democracia.
La CELAC representa un avance
en el fortalecimiento y la consolidación de las complementariedades latinoamericana
y caribeña en la senda del desarrollo socio-económico y la cooperación; es un eje
integrador del espacio común y servirá de
instrumento para la reducción de las asimetrías entre los países miembros de la
entidad.
Con la CELAC, se ha sellado
un ciclo histórico y nació un actor progresista en las relaciones hemisféricas
e internacionales, porque en sus concepciones estratégicas está contenido el
ideario bolivariano, martiano, fidelista, chavista, guevariano, el cual irrumpe
en la Política Internacional para contribuir a la transformación de las
actuales relaciones hegemónicas Norte-Sur, y hacer de los vínculos Sur-Sur un verdadero
paradigma de la unidad y la paz en un sistema mundo deseado pluripolar y
pluricultural en su perspectiva contraria a las injustas relaciones de poder dominantes en la Relaciones Internacionales.
En resumen, la CELAC es
portadora de una nueva ética, lo que la convierte en un actor con efectivas
potencialidades para el despliegue de una amplia agenda continental en un
contexto histórico y político de avances progresistas en las relaciones
hemisféricas. No por casualidad, su existencia ya goza del reconocimiento de
importantes potencias mundiales como China y Rusia, y de otros actores de gran
significación en la Política Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario