Por Salim Lamrani
Opera Mundi
La llegada al poder del Presidente Obama en
Estados Unidos en 2008 marcó una ruptura de estilo respecto a la anterior
administración Bush hacia Cuba. No obstante, salvo el levantamiento de algunas
restricciones relativas a los viajes, las sanciones económicas siguen
aplicándose, incluso de modo extraterritorial. He aquí algunos ejemplos
recientes.
Durante su campaña electoral en 2007, el entonces candidato Barack Obama hizo
una lúcida constatación sobre el carácter obsoleto de la política de Estados
Unidos hacia Cuba. Una vez elegido, declaró su voluntad de buscar “un nuevo
comienzo con Cuba”. “Creo que podemos llevar la relación entre EE.UU. y Cuba en
una nueva dirección y lanzar un nuevo capítulo de acercamiento que continuará
durante mi mandato”, subrayó.[1]
Obama había denunciado la política de su predecesor hacia Cuba, el cual había
limitado fuertemente los viajes de la comunidad cubana de Estados Unidos. “Se
trata a la vez de una cuestión estratégica y humanitaria. Esta decisión […] ha
tenido un impacto profundamente negativo sobre el bienestar del pueblo cubano.
Otorgaré a los cubanoamericanos derechos ilimitados para visitar a sus
familiares y mandar dinero a la Isla”, se comprometió.[2]
Obama cumplió su palabra. En abril de 2009
anunció el levantamiento de algunas restricciones que afectan a los cubanos que
viven en Estados Unidos y que tienen familiares en la isla, que entró en vigor
el 3 de septiembre de 2009. Desde entonces pueden viajar a su país de origen
sin ningún obstáculo (en vez de catorce días cada tres años) y mandar remesas
ilimitadas a sus familias (en vez de cien dólares al mes).[3]
Aplicación extraterritorial de las sanciones económicas
contra Cuba
No obstante, Washington no ha vacilado en aplicar las sanciones económicas,
incluso de modo extraterritorial, violando así gravemente el derecho
internacional. En efecto, éste estipula que las legislaciones nacionales no
pueden ser extraterritoriales, es decir aplicarse fuera del territorio
nacional. Así, la ley brasileña no puede aplicarse en Argentina. Del mismo
modo, la legislación venezolana no puede aplicarse en Colombia. Ahora bien, la
ley estadounidense de las sanciones económicas contra Cuba se aplica en todos
los países del mundo.
En efecto, en junio de 2012, el banco neerlandés ING recibió la más importante
sanción jamás dictada desde el inicio del estado de sitio económico contra Cuba
en 1960. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento
del Tesoro sancionó a la institución financiera con una multa de 619 millones
de dólares por realizar, entre otras, transacciones en dólares con Cuba, a
través del sistema financiero estadounidense, entre 2002 y 2007.[4]
El Departamento del Tesoro también obligó al banco neerlandés a romper sus
relaciones comerciales con Cuba y anunció que “ING aseguró a la Oficina de
Control de Activos Extranjeros que había puesto fin a las prácticas que
llevaron al acuerdo de hoy”. Así, Washington prohibió a un banco europeo toda
transacción comercial con Cuba.[5]
El gobierno cubano denunció esta nueva aplicación extraterritorial de las
sanciones económicas, las cuales, además de impedir todo comercio con Estados
Unidos (excepto las materias primas alimenticias), constituyen el principal
obstáculo al desarrollo de las relaciones comerciales de Cuba con el resto del
mundo. “El Gobierno de Estados Unidos sancionó unilateralmente al banco ING por
tramitar, en conjunto con sus subsidiarias en Francia, Bélgica, Holanda y
Curazao, transacciones financieras y comerciales de entidades cubanas,
prohibidas por la criminal política de bloqueo contra Cuba”, subraya el
comunicado oficial.[6]
Adam Szunin, Director de la OFAC, aprovechó la ocasión para advertir a las
empresas extranjeras que tienen relaciones comerciales con Cuba. Esta multa
“debería servir como una clara advertencia a cualquiera que considere
aprovecharse de evadir las sanciones de los Estados Unidos”, declaró,
reafirmando así que Washington seguiría aplicando sus medidas
extraterritoriales. [7]
Otras empresas extranjeras también fueron sancionadas por sus relaciones
comerciales con Cuba. Así, la multinacional sueca Ericsson, especializada en el
campo de las telecomunicaciones, tuvo que pagar una multa de 1,75 millones de
dólares por reparar, mediante su filial basada en Panamá, equipos cubanos de un
valor de 320.000 dólares, en Estados Unidos. Tres empleados, implicados en el
caso, también fueron despedidos.[8]
El 10 de julio de 2012, el Departamento del Tesoro infligió una multa de 1,35
millones de dólares a la empresa estadounidense Great Western Malting Co. por
vender cebada a Cuba, mediante una de sus filiales extranjeras entre agosto de
2006 y marzo de 2009. No obstante, el derecho internacional humanitario prohíbe
todo tipo de embargo sobre las materias primas alimenticias y los medicamentos,
incluso en tiempos de guerra. Ahora bien, oficialmente, Cuba y Estados Unidos
jamás han estado en conflicto.[9]
En Francia, Mano Giardini y Valérie Adilly, dos directores de la agencia de
viajes estadounidense Carlson Wagonlit Travel (CWT), fueron despedidos por
vender paquetes turísticos con destino a Cuba. La empresa corre el riesgo de
recibir una multa de 38.000 dólares por estancia vendida, lo que suscitó la ira
de algunos asalariados que difícilmente comprenden la situación. “¿Por qué
Carlson no retiró del sistema de reservas los productos Cuba ya que no teníamos
derecho a vender?”, preguntó un empleado.[10]
Del mismo modo, es posible que CWT no sea autorizada a responder a los concursos
de los viajes de la administración estadounidense, los cuales representan una
parte sustancial de su volumen de negocios. La dirección de CWT se expresó al
respecto: “En estas condiciones, tenemos que aplicar la regla estadounidense
que prohíbe mandar a viajeros a Cuba, incluso para las filiales”. Así, una
filial estadounidense basada en Francia está obligada a aplicar la ley
estadounidense sobre las sanciones económicas contra Cuba, mofándose de la
legislación nacional en vigor.[11]
Google censurado y un presupuesto de 20 millones de
dólares para la “democracia digital”
Más insólito, las sanciones económicas
prohíben que los cubanos utilicen algunas funciones del motor de búsqueda Google,
tales como Google Analytics (que permite calcular el número de visitas en un
sitio web, así como su origen), Google Earth, Google Destktop Search, Google
Toolbar, Google Code Search, Google AdSense o Google AdWords, privando así a Cuba
de acceso a estas nuevas tecnologías y a numerosos productos descargables. La
empresa estadounidense proporcionó una explicación mediante su representante
Christine Chen: “Lo teníamos escrito en nuestros términos y condiciones. No se
puede usar Google Analytics en los países sometidos a embargos”.[12]
Al mismo tiempo, mientras que Washington
impone a Google restringir el uso de sus servicios digitales en Cuba y prohíbe
que La Habana se conecte a su cable de fibra óptica para Internet, el
Departamento de Estado anunció que iba a dedicar, mediante la Agencia de
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la suma de 20 millones
de dólares a “activistas de los derechos humanos, periodistas independientes y
bibliotecas independientes en la isla”, con el fin de difundir, entre otras, la
“democracia digital”.[13]
La administración Obama, lejos de adoptar “un
nuevo comienzo con Cuba”, sigue imponiendo sanciones económicas que afectan a
todas las categorías de la población cubana empezando por las más vulnerables o
sea las mujeres, los niños y los ancianos. No vacila en sancionar a empresas extranjeras
violando el derecho internacional al aplicar medidas extraterritoriales.
También se niega a oír el reclamo unánime de la comunidad internacional que
condenó en 2011, por vigésimo año consecutivo, la imposición de un estado de
sitio anacrónico, cruel e ineficaz, que constituye el principal obstáculo al
desarrollo de la nación.
*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la
Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor encargado de
cursos en la Universidad Paris-Sorbonne-Paris IV y en la Universidad Paris-Est
Marne-la-Vallée y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y
Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions
économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con
un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade. Contacto: Salim.Lamrani@univ-mlv.fr
Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel
[3]
Office of Foreign Assets Control, «Hoja informativa: Tesoro modifica
reglamento para el control de bienes cubanos a fin de implementar el programa
del Presidente sobre visitas familiares, remesas y telecomunicaciones», Treasury
Department, 3 de septiembre de 2009.
[4] Office of Foreign Assets Control, «Settlement Agreement ING», Department
of the Treasury, junio de 2012. http://www.treasury.gov/resource-center/sanctions/CivPen/Documents/06122012_ing_agreement.pdf (sitio consultado el 10 de julio de 2012).
[6] Ministry of Foreign Affairs of Cuba, «Statement by the Ministry of foreign Affairs», 20
de junio de 2012. http://www.cubaminrex.cu/english/Statements/Articulos/StatementsMINREX/2012/Statement200612.html (sitio consultado el 10 de julio de 2012).
[8] Steve Stecklow & Bail Katz, «U.S. to Fine Ericsson in Panama $1,75
Million Over Cuba Shipments», Reuters, 24 de mayo de 2012.
[9] Office of Foreign Assets Control, «Enforcement
Information for July 10, 2012», Department of the Treasury, 10 de julio
de 2012. http://www.treasury.gov/resource-center/sanctions/CivPen/Documents/07102012_great_western.pdf (sitio consultado el 12 de julio de 2012).
[10] Jean da Luz,
«Carlson Wagonlit Travel : l’embargo cubain fait tomber des têtes en
France», Tourmag, 2 de julio de 2012 ; Geneviève Bieganowsky.
«Licienciements, Carlson redoute la perte des budgets voyages de
l’administration US», Tourmag, 3 de julio de 2012.
[12] Michael McGuire, « Google responde a denuncias de Cuba », The
Miami Herald, 20 de julio de 2012.
[13] Juan O. Tamayo, « Estados Unidos busca romper censura tecnológica en
Cuba », El Nuevo Herald, 23 de junio de 2012.
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