Una política de austeridad contra el interés general y
condenada al fracaso
Por Salim Lamrani
Opera Mundi
El gobierno socialista de François Hollande se apresta a
adoptar por vía parlamentaria el Pacto Presupuestario Europeo, también llamado
Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza (TECG) el cual, además de
instaurar definitivamente una política de austeridad, atenta contra la
independencia de Francia, que ya no podrá decidir soberanamente sobre su
presupuesto nacional.
La
Francia de François Hollande, está a punto de ratificar el Tratado de
Estabilidad, Coordinación y Gobernanza (TECG) impuesto por la Alemania de
Angela Merkel y adoptado a nivel europeo. Este texto introduce la llamada
“regla de oro”, en adelante obligatoria para todos los países miembros de la
Eurozona, e instaura de facto una política de austeridad, impidiendo que
los Estados presenten un presupuesto con un déficit superior al 0,5% del
Producto Interior Bruto.[1]
Adoptado el 2 de marzo de 2012 por Nicolas
Sarkozy y otros 24 dirigentes europeos, el TECG se someterá pronto al
Parlamento francés dominado por el Partido Socialista, mediante un
procedimiento de mayoría simple de las dos asambleas, sin que el tratado se
haya modificado en ningún aspecto. La regla de oro se transformaría entonces en
ley y prohibiría todo déficit público, so pena de graves sanciones por parte de
la Unión Europea.[2]
Más
grave aún, Francia pierde gran parte de su soberanía con el TECG. El Parlamento
francés tendrá que someter, de modo obligatorio, su presupuesto anual a la
Comisión Europea, ninguno de cuyos miembros salió por sufragio universal, que
podrá realizar los arbitrajes que juzgue necesarios, sin tener que rendir
cuenta alguna a los ciudadanos, y por lo tanto decidirá el futuro de la nación.
Así, el TECG hace obligatoria la aplicación de las políticas de austeridad en
Europa, sin que se pueda explorar ninguna vía alternativa.[3]
Para
Francia, mientras que el país se encuentra al borde de la recesión y que
convendría lógicamente inyectar fondos en la economía, el regreso al equilibrio
presupuestario que impone el TECG, que implica volver a un déficit de un 3% en
2013, significa que 33.000 millones de euros que redistribuye el Estado tienen
que sacarse de la economía nacional. Eso sería válido sólo si se confirmasen
las hipótesis de crecimiento de alrededor del 1%, lo que no parece que será el
caso, por lo que en realidad supone que el Estado reducirá inevitablemente sus
gastos públicos, lo que tendrá un impacto social.[4]
Del
mismo modo, para alcanzar el equilibrio presupuestario en 2017, como se
comprometió el presidente francés François Hollande, habría que retirar 60.000
millones de euros de la circulación económica. Lo que
equivale a la mitad de la suma que prevé el Plan de Reactivación, de 120.000
millones de euros (inferior al 1% del PIB europeo), que adoptó la Unión para
todos los países de la Eurozona, destinado a estimular el crecimiento.[5]
El
Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) se destina oficialmente a brindar ayuda
a los países en dificultades. No obstante, sólo concierne a las naciones que
adoptaron el TECG. Se trata en realidad del medio que utilizan los partidarios
del neoliberalismo, abanderados por Angela Merkel, para imponer políticas de
austeridad que además de tener graves consecuencias sociales en las poblaciones
son económicamente ineficaces.[6]
En
efecto, dondequiera que se aplicaron los planes de austeridad, sea en Grecia,
Italia, Irlanda, Portugal o España, la crisis de la deuda, lejos de desaparecer,
se ha agravado y las condiciones de vida de los habitantes se han deteriorado
considerablemente, con un explosión del desempleo y una destrucción organizada
del sistema de protección social y del Estado del bienestar.
Los
ejemplos más emblemáticos son Grecia y España, donde se impusieron por la
fuerza esas recetas de choque. Los resultados son catastróficos desde el punto
de vista político, económico y social.
Así en
Grecia, tras la aplicación de nueve planes de austeridad con un alza masiva de
los impuestos, entre ellos el IVA, un alza de los precios, una reducción de los
salarios (¡hasta un 32% del salario mínimo!) y de las pensiones de retiro, un
retraso de la edad legal de la jubilación, destrucción de los servicios
públicos de primera necesidad como la educación y la sanidad, supresión de las
ayudas sociales y privatización de los sectores estratégicos de la economía
nacional (puertos, aeropuertos, ferrocarril, gas, agua, petróleo) la producción
cayó un 20%, explotó el desempleo y la crisis de la deuda empeoró. En efecto,
hoy ésta es superior a lo que era antes de la intervención de las instituciones
financieras internacionales en 2010.[7]
Tras el
desastre griego causado por las políticas de austeridad de la Troika (Banco
Central Europeo, Unión Europea y Fondo Monetario Internacional), ahora es
España la que se encuentra al borde del abismo. Se ha aplicado por la fuerza al
pueblo español la misma terapia de choque con las mismas consecuencias
desastrosas. El gobierno de Mariano Rajoy ha impuesto a los ciudadanos “un plan
de rigor colosal” según el diario económico francés La Tribune, con una
disminución de los gastos de 102.000 millones de euros hasta 2014: reducción
drástica del número de funcionarios, de los presupuestos de educación y sanidad
y disminución de los salarios, alza de los impuestos incluido el IVA y
reducción de las prestaciones familiares, de los subsidios de desempleo y de las
pensiones de jubilación entre otras. Todo ello en un país golpeado por una tasa
de desempleo record del 25%, con una explosión de la pobreza. Por su lado la
Comisión Europea, lejos de preocuparse de las consecuencias sociales y humanas
que engendran estas medidas, “se congratula de la adopción de España del plan
plurianual”.[8]
El TECG,
que impone políticas de austeridad como única norma posible, está condenado al
fracaso y agravará inevitablemente la crisis económica en Europa, ya en plena
recesión. En efecto, el concepto de la “regla de oro” resulta dudoso ya que al
reducir la capacidad de endeudamiento de los Estados les priva de toda
posibilidad de realizar inversiones que estimularían el crecimiento. Las
consecuencias sociales ocasionarán una crisis política de envergadura cuyo
desenlace nadie puede predecir, en un contexto de resurgimiento de la extrema
derecha en todo el continente.
El gobierno socialista de François Hollande
tiene la obligación moral de someter el TECG al pueblo por referéndum después
de un amplio debate público. Está en juego el porvenir de la democracia en
Francia, ya sensiblemente quebrantada por la adopción por vía parlamentaria del
Tratado de Lisboa en 2007, mientras que el pueblo lo había rechazado dos años
antes por referéndum.
*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris
Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular en la Universidad de la
Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados
Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques
des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo
de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade.
Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel
[1]Unión Europea,
«Le Traité sur la stabilité, la coordination et la gouvernance», 2012. http://www.touteleurope.eu/fr/organisation/droit-de-l-ue/les-traites/presentation/le-traite-sur-la-stabilite-la-coordination-et-la-gouvernance-2012.html (sitio consultado el 29 de agosto de 2012).
[4] Jean-Luc
Mélenchon, «Discours de Jean-Luc Mélenchon en clôture des estivales citoyennes
du Front de Gauche», Le Parti de Gauche, 26 de agosto de 2012. http://www.dailymotion.com/video/xt3yj5_discours-de-jean-luc-melenchon-en-cloture-des-estivales-citoyennes-du-front-de-gauche_news?search_algo=2 (sitio consultado el 29 de agosto de 2012).
[6] Conseil de
l’Europe, «Mécanisme européen de stabilité», 2012. http://www.european-council.europa.eu/media/582863/06-tesm2.fr12.pdf (sitio consultado el 29 de agosto de 2012).
[7] Comité pour
l’Annulation de la Dette du Tiers monde (CADTM), «Le CADTM dénonce la
campagne de désinformation sur la dette grecque et le plan de sauvetage des
créanciers privés», 10 de marzo de 2012. http://www.cadtm.org/Le-CADTM-denonce-la-campagne-de (sitio consultado el 29 de abril de 2012).
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