martes, 2 de octubre de 2018

Una nueva secuela de Star Wars (La Guerra de las Galaxias)



MSc Enrique R. Martínez Díaz, Profesor Auxiliar, CIPI



Como es conocido, la industria fílmica de los EE.UU. es una de las mayores del mundo, y ha producido numerosas películas de todo tipo; algunas de ellas verdaderas obras de arte; otras no tanto, e incluso, algunas verdaderamente repudiables. En su mayoría, estos filmes han servido para enaltecer el llamado “American Way of Life”, creando un ilusorio mundo de maravillas en las mentes de millones de personas en todo el planeta, pues no siempre la riqueza que ostentan las clases poderosas de esa nación beneficia al resto de su población.

Dentro de esa producción cinematográfica se han hecho populares las llamadas “secuelas”, o sea, si un filme obtiene éxito (y por lo tanto genera ganancias), se suceden las segundas, terceras, cuartas, quintas partes, etc. Un ejemplo clásico es la serie o saga de  (STAR WARS), que ya ha generado 11 películas, y nadie sabe a ciencia cierta hasta dónde llegará.

Pues, estimadas damas y honorables caballeros, parece que esto se extiende también a la política militarista de los gobiernos estadounidenses respecto al espacio exterior de nuestro planeta. La actual administración de los EE.UU.,  mediante un discurso de su Vicepresidente el pasado día 9 de Agosto de 2018 en la sede del Departamento de Defensa (conocida como el Pentágono), informó sobre sus intenciones de extender aún más su dominio militar  sobre el espacio extraterrestre, dando auge renovado a la Carrera Armamentista, para beneplácito de las grandes empresas del Complejo Militar Industrial, que serán las principales beneficiarias de los cientos de miles de millones de dólares que se gastarán en desplegar nuevos sistemas de armas en el espacio; creemos que, seguramente, y contrario a lo que pregonan los voceros del imperio, estas acciones no harán más segura la vida de los pobladores de este planeta, incluyendo a los propios ciudadanos de los EE.UU.

Esto está en conjunción con lo planteado en la Estrategia de Seguridad Nacional emitida en Diciembre de 2017, que su página 31 expresa, entre otras cosas: “Estados Unidos deberá mantener nuestro liderazgo y libertad de acción en el espacio”. Seguidamente hacen otras valoraciones sobre la extensión de acciones militares en el espacio.

Más recientemente, al anunciar el nuevo presupuesto militar para el año fiscal 2019 en una instalación militar, la sede de la 10 División de Infantería de Montaña en Fort Drum, New York, el Presidente Trump[i] dijo, respecto a los asuntos espaciales:  No es suficiente tener una presencia estadounidense en el espacio. Debemos tener el dominio estadounidense en el espacio.

En sus aproximadamente 24 minutos de intervención, Mr. Pence  confirmó la creación de un nuevo comando unificado, el Comando Espacial, que complementará la actividad militar de los otros nueve comandos existentes (seis de ellos de carácter regional); con ello EE.UU. extiende su actividad militar al espacio exterior, de la misma forma que ya lo hace a todo el planeta. Es el único país que, al menos públicamente, tiene asignadas Áreas de Responsabilidad a sus FF.AA. en todo el globo terráqueo, lo que ahora se extenderá al  espacio exterior del planeta.

Todo esto a pesar de que,  como reconoce el propio Vicepresidente, EE.UU. tiene “la constelación satelital  militar y de  inteligencia más grande y sofisticada del mundo”. En el propio discurso Mr. Pence hizo un recuento de la actividad norteamericana en el espacio exterior, comenzando en la competencia con la URSS durante la Guerra Fría, haciendo hincapié en llamada “Guerra de las Galaxias” del finado expresidente Ronald Reagan, y en las etapas posteriores, hasta la actualidad. 

No dejó de hacer referencia como un “peligro” para su país del desarrollo en esa esfera de potencias como la Federación de Rusia y la República Popular China, que también tienen una actividad importante en el área espacial. Respecto a la RPCH, es curioso que el Vicepresidente Pence retomara el tema del derribo por esa nación de un satélite meteorológico propio en el año 2007[ii], como ejemplo de la amenaza que puede representar para EE.UU. el desarrollo de sistemas de armas con tales capacidades; olvidó, no obstante, destacar que pocos meses después, en Febrero de 2008, un satélite espía norteamericano, el L-21, fue derribado por un misil lanzado desde el crucero de la US NAVY CG-70 Lake Erie, un buque destinado a la defensa antiaérea de agrupaciones navales, que tiene el muy costoso y complejo sistema AEGIS, y que lanzó una versión modernizada del mísil antiaéreo Standard SM-3; ahí se cumple el viejo adagio de “ver la paja en el ojo ajeno”.

El señor vicepresidente norteamericano, olvidando las elevadas cifras destinadas durante muchos años a los gastos militares en la esfera espacial, de forma muy ufana destacó que para los próximos 5 años se invertirán más de 8 mil millones de dólares en desarrollar nuevas armas y medios espaciales.

En ese plano, anunció que dentro del Comando Espacial se creará una llamada Fuerza de Operaciones Espaciales para realizar actividades combativas de diferente tipo en el espacio exterior; además crearán la llamada Agencia de Desarrollo Espacial, que se encargará de la investigación y desarrollo de nuevos sistemas de armas y otros que servirán para llevar al espacio exterior de la Tierra la política belicista del gobierno norteamericano.

Se tomarán otras medidas organizativas, también expresó Mr. Pence. Insistimos en que las  argumentaciones del gobierno norteamericano solo favorecen los intereses de las grandes compañías del Complejo Militar Industrial, que obtienen enormes beneficios de la carrera armamentista (estas compañías siempre ganan dinero cuando hay guerras, pues hay que reponer las armas empleadas; ganan dinero con la carrera armamentista, pues hay que desarrollar nuevas armas, evaluarlas, ponerlas en servicio, modernizarlas y sustituirlas después por otras más nuevas, en una cadena interminable);  estos argumentos pueden servir también para provocar a naciones como la Federación Rusa y la República Popular China a enfrascarse en una ruinosa carrera armamentista con EE.UU.,  país  que en la actualidad gasta más dinero en armas y operaciones militares que cualquiera de los restantes países del planeta, a pesar de lo cual, de creer a los  documentos de su gobierno (verbigracia, la Estrategia de Seguridad Nacional emitida en Diciembre de 2017),  cada día está más amenazado y mayor es su inseguridad.

No es ocioso tampoco recordar que el Espacio Exterior es parte de los llamados, “Bienes Comunes Globales”, que son dominios o áreas de recursos que se encuentran fuera de la jurisdicción política de cualquier estado-nación. De acuerdo a lo que define la División de Convenciones y  Reforzamiento de la Ley del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas, la ley internacional generalmente identifica cuatro “Bienes Comunes Globales”: La Alta Mar; la Atmósfera; la Antártida; y el Espacio Exterior. Estas áreas han sido históricamente consideradas bajo el principio de la herencia común de la humanidad. 

Para encargarse de manejar estos asuntos existe la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre de las Naciones Unidas, que se encarga de promover la cooperación internacional en la utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos, forma parte de la Oficina de las Naciones Unidas en Viena y ejerce las funciones de secretaría a la única comisión de la Asamblea General encargada exclusivamente de esos asuntos: la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (COPUOS)[iii]. La Comisión tiene dos subcomisiones: la Subcomisión de Asuntos Científicos y Técnicos y la Subcomisión de Asuntos Jurídicos.

A esto se suma que la posición de gobierno norteamericano entra en contradicción con el espíritu demostrado por la comunidad internacional en la conmemoración en Viena del 50º aniversario de la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Exploración y Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos, durante el  61er período de sesiones de la COPUOS, celebrado entre el 20 y el 29 de junio de 2018, en la cual participaron delegaciones de 99 países (incluidos los EE.UU.), amén de organizaciones internacionales (incluyendo mensajes del Secretario General de la ONU y de los tripulantes de la Estación Espacial Internacional), y en la cual se insistió en  la importancia de aprovechar el potencial que ofrecía el espacio a toda la humanidad y de promover la cooperación internacional para la exploración y utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos.

Como puede apreciarse, el gobierno de los EE.UU. no renuncia  al empleo del Espacio Exterior como nuevo campo de batalla, y sigue empeñado en desplegar en el mismo sus modernos sistemas de armamento,  así como aquellos que lo protejan de las probables respuestas de sus adversarios. 

Por nuestra parte debemos recordar lo planteado por el representante de Cuba ante la 71 Asamblea de las Naciones Unidas en el debate temático de la Primera Comisión sobre “Espacio Ultraterrestre” el año 2016: La amenaza de la carrera armamentista en el espacio ultraterrestre, se incrementa. Observamos con gran preocupación el continuo desarrollo y perfeccionamiento del armamento espacial, la presencia de material bélico en el espacio, incluyendo satélites militares, y la ausencia de un marco jurídico legalmente vinculante sobre la prevención del emplazamiento de armas en ese medio.

Cuba respalda la política de no primer emplazamiento de armas de ningún tipo en el espacio y está plenamente comprometida con la prevención de la carrera de armamentos en el espacio ultraterrestre. Se deben adoptar, con carácter urgente, las medidas necesarias para garantizar  el uso estrictamente pacífico del espacio, en beneficio del desarrollo científico, económico y social de todos los Estados.

¡Un mundo mejor es posible!

Bibliografía

71 AGNU: Cuba en el Debate Temático de la Primera Comisión sobre “Espacio Ultraterrestre”, Nueva York, 19 octubre de 2016. http://www.minrex.gob.cu/es/71-agnu-cuba-en-el-debate-tematico-de-la-primera-comision-sobre-espacio-ultraterrestre
Global Commons. Division of Law Enforcement and Conventions, United Nations Environment Programme (http://www.unep.org/delc/Default.aspx) 
The White HouseRemarksby Vice PresidentPenceontheFuture of the U.S. Military in Space,ThePentagon, Arlington,Virginia, August 9, 2018.https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/remarks-vice-president-pence-future-u-s-military-space/
The White HouseRemarks by President Trump at a Signing Ceremony for H.R. 5515, “John S. McCain National Defense Authorization Act for Fiscal Year 2019” Fort Drum, New York, August 13, 2018 https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/remarks-president-trump-signing-ceremony-h-r-5515-john-s-mccain-national-defense-authorization-act-fiscal-year-2019/
The White House. The National Security Strategy of the United States of America.   Washington, December 2017 (https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2017/12/NSS-Final-12-18-2017-0905.pdf)

Notas:

[i] La caricatura que presentamos está tomada de un artículo del sitio digital del periódico Granma de fecha 6 de Noviembre de 2006, titulado La ONU contra la militarización de cosmos; a esta la modificamos, sustituyendo el rosto de George W. Bush por el de Donald Trump.
http://www.granma.cu/granmad/2006/11/06/interna/artic01.html
[ii]Gordon Johndroe, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional  de los EE.UU. por aquel entonces, señaló el 18 de enero de 2007 que “Estados Unidos cree que el ensayo y el desarrollo de tales armas es inconsistente con el espíritu de cooperación al que aspiran ambos países en el uso civil del espacio'.   (http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/01/18/AR2007011801029.html )
[iii]CommitteeonthePeaceful Uses of OuterSpace

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