MSc
Enrique R. Martínez Díaz, Profesor Auxiliar, CIPI
Como
es conocido, la industria fílmica de los EE.UU. es una de las mayores del mundo,
y ha producido numerosas películas de todo tipo; algunas de ellas verdaderas
obras de arte; otras no tanto, e incluso, algunas verdaderamente repudiables.
En su mayoría, estos filmes han servido para enaltecer el llamado “American Way of Life”, creando un
ilusorio mundo de maravillas en las mentes de millones de personas en todo el
planeta, pues no siempre la riqueza que ostentan las clases poderosas de esa
nación beneficia al resto de su población.
Dentro
de esa producción cinematográfica se han hecho populares las llamadas
“secuelas”, o sea, si un filme obtiene éxito (y por lo tanto genera ganancias),
se suceden las segundas, terceras, cuartas, quintas partes, etc. Un ejemplo
clásico es la serie o saga de (STAR WARS), que ya ha
generado 11 películas, y nadie sabe a ciencia cierta hasta dónde llegará.
Pues,
estimadas damas y honorables caballeros, parece que esto se extiende también a
la política militarista de los gobiernos estadounidenses respecto al espacio
exterior de nuestro planeta. La actual administración de los EE.UU., mediante un discurso de su Vicepresidente el
pasado día 9 de Agosto de 2018 en la sede del Departamento de Defensa (conocida
como el Pentágono), informó sobre sus intenciones de extender aún más su
dominio militar sobre el espacio
extraterrestre, dando auge renovado a la Carrera Armamentista, para beneplácito
de las grandes empresas del Complejo Militar Industrial, que serán las
principales beneficiarias de los cientos de miles de millones de dólares que se
gastarán en desplegar nuevos sistemas de armas en el espacio; creemos que,
seguramente, y contrario a lo que pregonan los voceros del imperio, estas
acciones no harán más segura la vida de los pobladores de este planeta,
incluyendo a los propios ciudadanos de los EE.UU.
Esto
está en conjunción con lo planteado en la Estrategia de Seguridad Nacional
emitida en Diciembre de 2017, que su página 31 expresa, entre otras cosas: “Estados Unidos deberá mantener nuestro
liderazgo y libertad de acción en el espacio”. Seguidamente hacen otras
valoraciones sobre la extensión de acciones militares en el espacio.
Más
recientemente, al anunciar el nuevo presupuesto militar para el año fiscal 2019
en una instalación militar, la sede de la 10 División de Infantería de Montaña
en Fort Drum, New York, el Presidente Trump[i] dijo, respecto a los
asuntos espaciales: No es suficiente tener una presencia estadounidense en el espacio.
Debemos tener el dominio estadounidense en el espacio.
En sus
aproximadamente 24 minutos de intervención, Mr. Pence confirmó la creación de un nuevo comando
unificado, el Comando Espacial, que complementará la actividad militar de los
otros nueve comandos existentes (seis de ellos de carácter regional); con ello
EE.UU. extiende su actividad militar al espacio exterior, de la misma forma que
ya lo hace a todo el planeta. Es el único país que, al menos públicamente,
tiene asignadas Áreas de Responsabilidad a sus FF.AA. en todo el globo
terráqueo, lo que ahora se extenderá al
espacio exterior del planeta.
Todo
esto a pesar de que, como reconoce el
propio Vicepresidente, EE.UU. tiene “la
constelación satelital militar y de inteligencia más grande y sofisticada del
mundo”. En el propio discurso Mr. Pence hizo un recuento de la actividad
norteamericana en el espacio exterior, comenzando en la competencia con la URSS
durante la Guerra Fría, haciendo hincapié en llamada “Guerra de las Galaxias”
del finado expresidente Ronald Reagan, y en las etapas posteriores, hasta la
actualidad.
No
dejó de hacer referencia como un “peligro” para su país del desarrollo en esa
esfera de potencias como la Federación de Rusia y la República Popular China,
que también tienen una actividad importante en el área espacial. Respecto a la
RPCH, es curioso que el Vicepresidente Pence retomara el tema del derribo por
esa nación de un satélite meteorológico propio en el año 2007[ii], como ejemplo de la
amenaza que puede representar para EE.UU. el desarrollo de sistemas de armas
con tales capacidades; olvidó, no obstante, destacar que pocos meses después, en
Febrero de 2008, un satélite espía norteamericano, el L-21, fue derribado por
un misil lanzado desde el crucero de la US NAVY CG-70 Lake Erie, un buque
destinado a la defensa antiaérea de agrupaciones navales, que tiene el muy
costoso y complejo sistema AEGIS, y que lanzó una versión modernizada del mísil
antiaéreo Standard SM-3; ahí se cumple el viejo adagio de “ver la paja en el
ojo ajeno”.
El
señor vicepresidente norteamericano, olvidando las elevadas cifras destinadas
durante muchos años a los gastos militares en la esfera espacial, de forma muy
ufana destacó que para los próximos 5 años se invertirán más de 8 mil millones
de dólares en desarrollar nuevas armas y medios espaciales.
En
ese plano, anunció que dentro del Comando Espacial se creará una llamada Fuerza
de Operaciones Espaciales para realizar actividades combativas de diferente
tipo en el espacio exterior; además crearán la llamada Agencia de Desarrollo
Espacial, que se encargará de la investigación y desarrollo de nuevos sistemas
de armas y otros que servirán para llevar al espacio exterior de la Tierra la
política belicista del gobierno norteamericano.
Se
tomarán otras medidas organizativas, también expresó Mr. Pence. Insistimos en
que las argumentaciones del gobierno
norteamericano solo favorecen los intereses de las grandes compañías del
Complejo Militar Industrial, que obtienen enormes beneficios de la carrera
armamentista (estas compañías siempre ganan dinero cuando hay guerras, pues hay
que reponer las armas empleadas; ganan dinero con la carrera armamentista, pues
hay que desarrollar nuevas armas, evaluarlas, ponerlas en servicio,
modernizarlas y sustituirlas después por otras más nuevas, en una cadena
interminable); estos argumentos pueden
servir también para provocar a naciones como la Federación Rusa y la República
Popular China a enfrascarse en una ruinosa carrera armamentista con
EE.UU., país que en la actualidad gasta más dinero en
armas y operaciones militares que cualquiera de los restantes países del
planeta, a pesar de lo cual, de creer a los
documentos de su gobierno (verbigracia, la Estrategia de Seguridad
Nacional emitida en Diciembre de 2017),
cada día está más amenazado y mayor es su inseguridad.
No
es ocioso tampoco recordar que el Espacio Exterior es parte de los llamados,
“Bienes Comunes Globales”, que son dominios o áreas de recursos que se
encuentran fuera de la jurisdicción política de cualquier estado-nación. De
acuerdo a lo que define la División de Convenciones y Reforzamiento de la Ley del Programa de Medio
Ambiente de las Naciones Unidas, la ley internacional generalmente identifica
cuatro “Bienes Comunes Globales”: La Alta Mar; la Atmósfera; la Antártida; y el
Espacio Exterior. Estas áreas han sido históricamente consideradas bajo el
principio de la herencia común de la humanidad.
Para encargarse de manejar estos asuntos existe la
Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre de las Naciones Unidas, que se
encarga de promover la cooperación internacional en la utilización del espacio
ultraterrestre con fines pacíficos, forma parte de la Oficina de las Naciones
Unidas en Viena y ejerce las funciones de secretaría a la única comisión de la
Asamblea General encargada exclusivamente de esos asuntos: la Comisión sobre la
Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (COPUOS)[iii].
La Comisión tiene dos subcomisiones: la Subcomisión de Asuntos Científicos y
Técnicos y la Subcomisión de Asuntos Jurídicos.
A
esto se suma que la posición de gobierno norteamericano entra en contradicción
con el espíritu demostrado por la comunidad internacional en la conmemoración
en Viena del 50º aniversario de la primera Conferencia de las Naciones Unidas
sobre la Exploración y Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines
Pacíficos, durante el 61er
período de sesiones de la COPUOS, celebrado
entre el 20 y el 29 de junio de 2018, en la cual participaron delegaciones de
99 países (incluidos los EE.UU.), amén de organizaciones internacionales
(incluyendo mensajes del Secretario General de la ONU y de los tripulantes de
la Estación Espacial Internacional), y en la cual se insistió en la importancia de aprovechar el potencial que
ofrecía el espacio a toda la humanidad y de promover la cooperación
internacional para la exploración y utilización del espacio ultraterrestre con
fines pacíficos.
Como
puede apreciarse, el gobierno de los EE.UU. no renuncia al empleo del Espacio Exterior como nuevo
campo de batalla, y sigue empeñado en desplegar en el mismo sus modernos
sistemas de armamento, así como aquellos
que lo protejan de las probables respuestas de sus adversarios.
Por
nuestra parte debemos recordar lo planteado por el representante de Cuba ante
la 71 Asamblea de las Naciones Unidas en el debate temático de la Primera
Comisión sobre “Espacio Ultraterrestre” el año 2016: La amenaza de la carrera armamentista en el espacio ultraterrestre, se
incrementa. Observamos con gran preocupación el continuo desarrollo y
perfeccionamiento del armamento espacial, la presencia de material bélico en el
espacio, incluyendo satélites militares, y la ausencia de un marco jurídico
legalmente vinculante sobre la prevención del emplazamiento de armas en ese
medio.
Cuba respalda la política de no primer
emplazamiento de armas de ningún tipo en el espacio y está plenamente
comprometida con la prevención de la carrera de armamentos en el espacio ultraterrestre.
Se deben adoptar, con carácter urgente, las medidas necesarias para
garantizar el uso estrictamente pacífico del espacio, en beneficio del
desarrollo científico, económico y social de todos los Estados.
¡Un
mundo mejor es posible!
Bibliografía
71 AGNU: Cuba en el Debate
Temático de la Primera Comisión sobre “Espacio Ultraterrestre”, Nueva York, 19
octubre de 2016.
http://www.minrex.gob.cu/es/71-agnu-cuba-en-el-debate-tematico-de-la-primera-comision-sobre-espacio-ultraterrestre
Global Commons. Division of Law Enforcement and
Conventions, United Nations Environment Programme
(http://www.unep.org/delc/Default.aspx)
The White HouseRemarksby Vice PresidentPenceontheFuture of the U.S. Military in
Space,ThePentagon, Arlington,Virginia, August 9, 2018.https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/remarks-vice-president-pence-future-u-s-military-space/
The White HouseRemarks by President Trump at a Signing Ceremony for H.R.
5515, “John S. McCain National Defense Authorization Act for Fiscal Year 2019”
Fort Drum, New York, August 13, 2018 https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/remarks-president-trump-signing-ceremony-h-r-5515-john-s-mccain-national-defense-authorization-act-fiscal-year-2019/
The White House. The
National Security Strategy of the United States of America. Washington, December 2017 (https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2017/12/NSS-Final-12-18-2017-0905.pdf)
Notas:
[i] La caricatura que
presentamos está tomada de un artículo del sitio digital del periódico Granma
de fecha 6 de Noviembre de 2006, titulado La ONU contra la militarización de
cosmos; a esta la modificamos, sustituyendo el rosto de George W. Bush por el
de Donald Trump.
[ii]Gordon Johndroe,
portavoz del Consejo de Seguridad Nacional
de los EE.UU. por aquel entonces, señaló el 18 de enero de 2007 que
“Estados Unidos cree que el ensayo y el desarrollo de tales armas es
inconsistente con el espíritu de cooperación al que aspiran ambos países en el
uso civil del espacio'. (http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/01/18/AR2007011801029.html
)
[iii]CommitteeonthePeaceful
Uses of OuterSpace
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