Por: Lic. Evelyn Garriga Arias
“El conflicto liberiano tiene algunos puntos en
común con los que padecen otros países del África subsahariana... No se trata
de un conflicto cultural o religioso, ni viene dado por una rivalidad entre
potencias que se disputan la influencia en una zona como sucedía en la época de
la guerra fría. Estas raíces comunes son la debilidad del estado, la
vulnerabilidad de sus estructuras, la aparición de los “señores de la guerra”
que manejan el país a su libre albedrío”… A nuestro entender, las condiciones
previas para una paz duradera deberán pasar necesariamente por una efectiva
igualdad de derechos de todas las etnias, como así también un razonable reparto
de los beneficios de la explotación de los recursos naturales. Hasta tanto no
se logren estos dos objetivos, Liberia continuará siendo un foco de
inestabilidad en el occidente africano… [i]
Prácticamente
desde el inicio de la vida humana, la utilización de la fuerza ha estado
siempre presente en las relaciones entre los hombres. Tanto es así, que muchas veces se ha dicho que
la violencia es consustancial al género humano. Esta afirmación me hizo
reflexionar a la hora de seleccionar el tema para este importante evento
científico, y finalmente decidí estudiar el caso de Liberia, escenario de
prolongadas guerras civiles durante la
segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, que costaron la vida a más de
200 mil personas y provocaron otros tantos heridos y cuantiosas pérdidas
materiales. Quiero dejar constancia que la motivación para estudiar el caso de
Liberia me la proporcionó el profesor Yoslán Silveiro, durante su curso sobre África
y las Relaciones Internacionales, en la Maestría de Historia Contemporánea y
Relaciones Internacionales.
Antes de abordar el tema, veamos algunos intentos
para definir el conflicto, empeño que
ha motivado numerosas y variadas opiniones, atendiendo fundamentalmente
a la filiación filosófica y política de los autores:
Remitiéndose a la obra de Marx, Ralf Dahrendorf considera
el conflicto como el motor principal del cambio social. Para el político
germano-británico, el conflicto social es innato a la naturaleza y al funcionamiento
de la sociedad, que se resuelve en el cambio social.
Afirma, además, que la principal fuente estructural de conflictos es la
desigual distribución de la autoridad, y que ésta, está ligada a los ritmos
desiguales del cambio en los diferentes sectores de la sociedad, así como a las
innovaciones debidas al paso del tiempo.
Por su parte, Hubert Touzard, apunta en su obra La
mediación y la solución de los conflictos, que el conflicto pudiera definir
una situación, en la cual las entidades sociales tienen intereses divergentes y
apuntan a metas opuestas.
Raymond Aron, cataloga el conflicto como una
oposición entre grupos e individuos por la posesión de bienes escasos o la
realización de valores mutuamente incompatibles.
Otra visión es la de Van
de Vliert, para el cual un aspecto destacado a la hora de definir el conflicto
es el de la frustración. La frustración para él es una experiencia subjetiva y
no necesariamente tiene su base objetiva. Opina que la
naturaleza de la frustración puede ser cognitiva o afectiva, o ambas (sensación
de bloqueo de objetivos, sentimientos de repulsión, hostilidad, miedo), y que la magnitud o intensidad de ésta puede variar
el conflicto a gran escala.
Los elementos alineados por las teorías del
funcionalismo, tuvieron trascendencia en la obra del sociólogo estadounidense Talcott
Parsons, quien enfatizaba la necesidad del equilibrio y el consenso de los
valores en la sociedad, observando como el conflicto desgarraba el orden
social. Parsons concibe la sociedad como un sistema de acción, en el cual cada una de las partes integrantes
tiene roles que desempeñar. Para él es primordial que el sistema funcione de
forma integrada, equilibrada y estable. El interés de Parsons se centraba más
en el orden social y menos en el cambio social, porque para su escuela el
conflicto genera consecuencias perturbadoras y disfuncionales para la sociedad.
Parsons es conocido en la historia de la sociología como el autor de
la Teoría estructural funcionalista, que enlaza la idea de un conjunto ordenado de
individuos en función de determinadas posiciones sociales, y la de una serie de
funciones asignadas a cada una de dichas posiciones. Los fundamentos en los que
se basa esta corriente son los siguientes: Se acepta que existen estructuras
sociales; la conducta del individuo está estipulada por las estructuras; cada
lugar estructural tiene afiliada una función (cada uno cumple una función de
una totalidad mayor).
Como hemos podido
observar, variadas son las visiones de los diferentes autores. Lo anteriormente expuesto acerca del
conflicto como manifestación, ha ganado espacio en el terreno de la teoría de las relaciones
internacionales, y ha repercutido en el comportamiento y en la forma de la
sociedad.
Liberia como escenario de conflicto.
Breves antecedentes.
La República
de Liberia, es un país
ubicado en la costa oeste de África,
que limita al este con Costa de Marfil, al oeste con Sierra Leona y al norte
con Guinea. Hasta 1822 todo el territorio de Liberia formaba parte de la
colonia británica de Sierra Leona, y en este mismo año, por medio de una asociación
filantrópica llamada Sociedad Americana de Colonización, se facilita y/o estimula
a los esclavos emancipados estadounidenses la posibilidad de regresar al
continente africano.
Con la compra
de terrenos en lo que luego sería Liberia, se asentaron contingentes de hombres
y mujeres libertos de origen africano pero con costumbres, idioma e
idiosincrasias norteamericanas, formándose una elite americano-liberiana.
Lo paradójico
de la situación que allí se creó es que
los propios esclavos libertos recién llegados establecieron un régimen de esclavitud
con los nativos del lugar, lo que condujo al surgimiento de gobiernos dictatoriales de opresión y
dominación de los Americanos-Liberianos sobre los nativos durante la mayor parte de la
historia de Liberia hasta nuestros días.
Desde su independencia, en 1847, Liberia disfrutó de una significativa
estabilidad, que se prolongaría durante más de un siglo, y mantuvo su status
soberano cuando se produjo el reparto de África entre las grandes potencias, a
fines del siglo XIX y principios del XX.
En la situación de Liberia fue decisivo
el apoyo político y financiero de los Estados Unidos, “ayuda” que sería
mucho mayor en años posteriores, a mediados del siglo XX, durante el periodo de
la llamada guerra fría, cuando los
norteamericanos exigieron a cambio de sus contribuciones que se excluyera cualquier
trato con la URSS y se le ofrecieran facilidades militares y de inteligencia al
gobierno estadounidense en aquel territorio.
En ese nuevo contexto, el país optó por realizar inversiones de capital
y cedió la explotación de sus recursos naturales a empresas americanas, algunas
de las cuales ya estaban presentes en el lugar desde comienzos del siglo XX. La
situación del país era entonces favorable, pero esta etapa de relativa calma
cambiaría en la década de los setenta, momento en el que Liberia se vio inmersa
en una grave crisis, debido al incremento de los precios del petróleo, que
provocó la caída de los precios de las
materias primas, sobre todo del hierro y el caucho, que junto al comercio de
diamantes, eran la base de su riqueza económica.
De los gobiernos
autoritarios a las dos guerras civiles.
El régimen
dictatorial de William Vacanarat Shadrach Tumban, desde luego perteneciente al
grupo de origen estadounidense, se prolongaría por casi tres décadas. Este largo y oscuro periodo terminó con la
muerte del titulado presidente en 1971, quedando al frente del Estado su
vicepresidente William Tolbert. El nuevo gobierno se mantuvo en el poder
durante nueve años, adquiriendo también la condición de una férrea dictadura.
En 1980, Samuel Doe, un sargento de origen nativo, encabezó un sangriento
golpe de Estado, que acabó con la vida del presidente Tolbert y la de su
familia, marcando el final del dominio político de la minoría americana, que
manejaba el país desde 1847. La política
pro-occidental emprendida por Samuel Doe, le permitió alcanzar prestigio y
reconocimiento por las potencias occidentales proamericanas.
Durante varios años, Doe subsistió en el poder pese a varios intentos
por desalojarlo de la jefatura del
estado, siempre utilizando métodos brutales de represión. En 1985 ganó unas elecciones
fraudulentas y siguió gobernando de forma autoritaria, eliminó los partidos
opositores y a los opositores mismos. Sin embargo, el deterioro de la vida
económica y la arbitrariedad con la que manejaba el país condujeron a que en
1989 se produjera otro golpe de estado, esta vez conducido por Charles Taylor
(perteneciente a la elite Americano-liberiana). Doe, que finalmente resultó muerto, estuvo apoyado todo el tiempo por
el grupo étnico krhan y mandingo, y los grupos rebeldes encabezados por Charles
Taylor y Prince Yormie Johnson, eran apoyados por las poblaciones de Gio y Mano.
Esta primera guerra se prolongó hasta 1996.
Es bueno
resaltar que en ese momento se establece la fuerza de paz de la ECOWAS (Comisión
Económica de los Estados de África Occidental), y aparece en este contexto ECOMOG[ii]
(Grupo de la Comunidad Económica para el control del Alto el Fuego), que tenía
como objetivo romper los lazos con el comercio que financiaba la guerra civil, y
esto hizo que se convirtieran en un integrante más del conflicto.
Finalmente, en 1995 se firma el Tratado de Abuja,
donde se pautan las elecciones y el cese de fuego entre los diferentes bandos.
En 1997 es electo Charles Taylor como el nuevo presidente de Liberia. Tras este
proceso electoral, fundó el Frente Patriótico Nacional (agrupa a GIOS y MANOS)
y colaboró con rebeldes en Sierra Leona.
Pero la paz no llegaría todavía a Liberia, ya que en 1999 se retiraría
el ECOMOG y nacería el grupo rebelde Liberianos Unidos por la Reconciliación y
la Democracia (LURD), una agrupación
guerrillera opositora a Taylor, que tendría el apoyo de Guinea. Además,
también aparecería el Movimiento por la Democracia en Liberia (MODEL), otro
grupo rebelde enfrentado al presidente. La nueva guerra civil se prolongó hasta
2003 y fue mucho más enconada y devastadora que la anterior. Al sangriento conflicto, se sumó la condena
internacional al régimen por el tráfico de diamantes, que provenían de Sierra
Leona y Liberia, lo que motivó una dura resolución de Naciones Unidas.
Ante esta situación, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió
crear una Oficina de Apoyo y Construcción de Paz en Liberia (UNOL), para llegar
a un acuerdo con los grupos rebeldes y compartir el gobierno en el país.
Por su parte, Charles Taylor fue acusado de crímenes de guerra, ya que
suministraba armas al Frente Revolucionario Unido (FRU) en Sierra Leona a cambio de diamantes de
sangre. En estas circunstancias,
Taylor dimitió de su cargo, el
11 de agosto de 2003, y se refugió en Nigeria.
El 14 de octubre del mismo año, se creó un gobierno de transición en
Liberia, dirigido por Gyude Bryant[iii],
que estaba compuesto por miembros del antiguo gobierno de los grupos rebeldes y
de la oposición civil. Su función fue tratar de hacer trabajar a los diferentes
grupos en común para reconstruir el país y organizar elecciones en 2004.
Finalmente, las elecciones se llevaron a cabo, un año después de lo
pactado, en noviembre de 2005, y la
vencedora fue Ellen Johnson-Sirleaf[iv].
La victoria de Johnson-Sirleaf concentró la atención internacional en Liberia.
Además de dirigir sus primeros esfuerzos para restaurar los servicios básicos
en la capital (como el abastecimiento de agua y la electricidad), logró la
condenación de la deuda externa del país. La Presidenta se esforzó por darle un
tratamiento adecuado a las secuelas del conflicto, sobre todo a los crímenes
ocurridos en las últimas etapas de la Segunda Guerra Civil Liberiana.
Hoy
Liberia se esfuerza por alcanzar un espacio a nivel internacional, pero el país
experimenta una fase de transición de la guerra civil
hacia la democracia.
El 7 de
octubre de 2011 se le entregó a la Presidenta liberiana el Premio Nobel de la Paz, por su
contribución en el fin del conflicto armado en Liberia y la caída del anterior
presidente Charles Taylor, que fue enjuiciado por
crímenes de guerra relacionados con su país y también con Sierra Leona. Entre
sus acciones criminales se le atribuye la utilización de niños en la guerra.
Es necesario destacar que Liberia es un país
inmensamente rico en recursos naturales, y es uno de los mayores
exportadores de mineral de hierro a
nivel mundial. El fomento de las inversiones extranjeras en el territorio se
realizó para la explotación de madera, mineral de hierro y caucho. Otras
explotaciones de minerales comerciales son las de diamantes, oro (1000 kg.) y
mica.
Como expliqué
anteriormente, Liberia presenta la paradoja de ser un país creado por esclavos
– esclavistas, dado que los esclavos liberados en los Estados Unidos se
convirtieron en los explotadores de la población indígena. Durante varios años,
la élite afro-norteamericana fue la que usufructuó lo producido por la
explotación y la exportación de los recursos naturales del país.
De esta
forma, bajo el aparente conflicto étnico, se observan los intereses comerciales
que desplazan la atención a las tensiones étnicas existentes. En materia
económica, no existe ningún tipo de sistema económico estructurado en el país.
La economía se basa en la explotación de los recursos, el gangsterismo y el
contrabando en las minas y explotaciones comerciales.
Los odios étnicos
y los intereses contrapuestos que produjeron más de una década de guerras y las
enormes riquezas que guarda Liberia en sus selvas y en su subsuelo, convierten
a este país en un preciado botín para
las grandes potencias.
En los
últimos años, el país ha vivido una situación de relativa paz y estabilidad.
Sin embargo, no puede afirmarse que ello garantice el no surgimiento de un
nuevo conflicto. Pero por lo pronto se persiste en el camino electoral. El 10
de octubre de 2017 se produjeron elecciones, sin embargo ninguno de los dos
principales contendientes a la presidencia alcanzó la mayoría necesaria. Son
ellos George Weah, del Congreso por el Cambio Democrático, y Joseph Brakai, del
Partido de la Unidad.
Como hemos
observado, los importantes recursos con que cuenta el país, como así también su
particular historia demarcan las particularidades del conflicto en estudio. A
su vez, dentro de un marco más amplio, observamos que el conflicto liberiano
responde a una lógica de conflicto permanente que caracteriza a otros estados
africanos.
Bibliografía:
En la
realización de esta investigación fueron de útil interés las conferencias del Msc. Yoslán Silverio González,
correspondientes al curso sobre África y las Relaciones Internacionales,
dictadas en la Facultad de Derecho de la Universidad de la Habana (noviembre-diciembre
de 2016).
Fuentes
bibliográficas:
Aron, R.: Dieciocho
lecciones sobre la sociedad industrial, Barcelona: Seix Barral, 1965.
Dahrendorf,
R.: Clases sociales y su conflicto en la sociedad industrial.
Madrid: Rialp, 1970.
Ortiz Lledó,
Carolina: Liberia y el fin de Charles Taylor, Centro Argentino de
Estudios Internacionales (pdf), 2006.
Stavenhagen, Rodolfo:
Los conflictos étnicos y sus
repercusiones en la sociedad internacional (pdf).
Van de Vliert, E. y Hordijk, J.W.: A theoretical position of
compromising among other styles of conflict management, The Journal of
Social Psychology, 1989.
Varela,
Hilda: La complejidad de la seguridad regional en África Subsahariana en
la posguerra fría (pdf) ,2002.
Wallensteen,
Peter: States in Armed Conflict, Uppsala University, Department
of Peace and Conflict Research, Report nº 30, Julio, 1989.
Fuentes electrónicas:
http://www.solidaritat.ub.edu/observatori/esp/dossiers/liberia/liberia.htm.
Consultado el 19 de diciembre de 2016 a las 14:35pm.
http://www.elmundo.es/documentos/2003/04/guerras_olvidadas/liberia.html.
Consultado el 19 de diciembre de 2016 a las 14:35pm.
https://colombiainternacional.uniandes.edu.co/view.php/238/view.php.
Consultado el 20 de diciembre de 2016 a las 16:35pm.
http://www.revistapueblos.org/spip.php?article955.
Consultado el 20 de diciembre de 2016 a las 16:40pm.
Notas:
[i]
Para el estudio del conflicto en el caso de Liberia, Ver: Carolina
Ortiz Lledó: Liberia y el fin de Charles Taylor pdf, Centro
Argentino de Estudios Internacionales, 2006, p.18.
[ii]
Fuerzas de pacificación de los Países de África
Occidental. Se desplegaron en gran número en Liberia en 1990 tras la ofensiva
del Frente Nacional Patriótico de Taylor.
[iii]
Elegido para guiar a Liberia hacia las elecciones de
finales de 2005. Muy conocido en el país, fue un exitoso hombre de negocios que
estuvo relacionado con la política.
[iv]
Se
convirtió en la primera mujer presidente del continente africano. La presidenta
se educó en los Estados Unidos, fue graduada de economía en la Universidad de
Harvard y laboró durante mucho tiempo en el Banco Mundial y en otras instituciones
relacionada con la economía y las finanzas.
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