24 de abril de 2013
Julian Borger
Barack Obama ha sido acusado de renegar de sus
promesas de desarme debido al plan del gobierno de gastar miles de millones de
dólares en la modernización de bombas nucleares almacenadas en Europa para que
sean más fiables y exactas.
Según el plan, casi 200 bombas de gravedad B61
almacenadas en Bélgica, Holanda, Alemania, Italia y Turquía recibirían nuevas
aletas caudales que las convertirían en armas guiadas que podrían ser lanzadas
por cazabombarderos F35 stealth.
“Será una mejora significativa de la capacidad nuclear
de EE.UU. en Europa”, dijo Hans Kristensen, experto en armas nucleares de la
Federación de Científicos Nucleares. “Contradice directamente las promesas que
Obama hizo en 2010 de que no desplegaría nuevas armas”.
En su Estudio de la Postura Nuclear en 2010, EE.UU. se
comprometió a reducir el rol y la cantidad de sus armas nucleares, en parte al
no desarrollar nuevas ojivas nucleares, y prometió que no “apoyará nuevas
misiones militares o proveerá nuevas capacidades militares”.
Según cifras presupuestarias recientemente publicadas,
EE.UU. gastará cerca de 10 000 millones de dólares en un programa de extensión
de la vida de bombas B61 y otros 1 000 millones para agregar aletas caudales
controlables. Kristensen dijo que la aleta caudal permitirá nuevas misiones y
nuevas capacidades, una vez que algunas de las armas mejoradas se coloquen,
como se había programado, en Europa en 2019 o 2020.
“Lo que volverá a Europa, será una bomba nuclear
guiada”, dijo. “Especialmente si se combina con F35 con características
stealth, lo que aumentará los objetivos que pueden ser objeto de riesgo desde Europa,
porque al colocar la explosión más cerca del objetivo se puede elegir un poder
explosivo menor. Es muy importante ya que habría menos contaminación radiactiva. Para
mucha gente esto es una gran preocupación porque significa que se hagan armas
nucleares más ‘utilizables’.”
La nueva B61 Mk12 será un arma de 50 kilotones, como
la mayoría de las bombas nucleares “tácticas” que se encuentran actualmente en
Europa. Las mayores, versiones estratégicas de la B61, almacenadas en EE.UU.,
serían interrumpidas. Algunos países europeos, encabezados por Alemania, han
tratado de lograr que las bombas B61 estadounidenses se retiren de Europa con
la justificación de que no sirven a ningún propósito militar desde el final de
la Guerra Fría y que representan un riesgo para la seguridad debido a la
posibilidad de su robo por terroristas. Pero algunos Estados europeos
orientales se han opuesto a su retirada por el temor de que mostraría un
debilitamiento del compromiso de EE.UU. de defenderlos contra Rusia.
Funcionarios del gobierno de EE.UU. dicen que la
adición de aletas caudales a la bomba no representa un cambio significativo en
su misión y por ello no viola el compromiso de 2010. Insisten en que Obama
sigue comprometido con la agenda de desarme que describió en un discurso
importante en Praga en 2009, en el que prometió que trabajaría por un mundo
libre de armas nucleares.
Desde entonces, EE.UU. firmó el nuevo tratado START
con Rusia, limitando los arsenales estratégicos de ambas partes a 1 550 ojivas
desplegadas de cada uno. Se esperaba que esta primavera Obama hiciera un
discurso con propuestas para hacer más recortes a unas 1 100 ojivas. Pero
funcionarios estadounidenses han dicho que la crisis por Corea del Norte y el
tiempo requerido para instalar un equipo nacional de seguridad para el segundo
período han retardado el discurso.
El consejero nacional de Seguridad de Obama, Tom
Donilon, fue a Moscú a principios de este mes para entregar un mensaje del
presidente a su homólogo ruso, Vladimir Putin, que incluía propuestas de
reducir los arsenales nucleares de los dos países y encontrar un compromiso
respecto a los planes de EE.UU. de establecer un sistema de defensa de misiles
en Europa. Fuentes familiarizadas con las conversaciones describieron la
respuesta rusa como positiva. Obama y Putin se reunirán en el G8 de Lough Erne
en Irlanda del Norte en junio, pero no está claro si los nuevos recortes de
armas nucleares estarán listos para entonces.
Joseph Cirincione, presidente del Ploughshares Fund,
un grupo de presión por el control de armas, dijo que los planes de
modernización de la B61 fueron impulsados en gran parte por consideraciones
políticas interiores, pero corrían el riesgo de enviar mensajes mixtos a Rusia
en un período en el que Washington y Moscú tienen que llegar a un acuerdo.
“Estoy convencido de que el presidente quiere
proseguir sus esfuerzos de reforma de la política nuclear de EE.UU.”, dijo
Cirincione. “Pero la administración tuvo un enfoque esquizofrénico al respecto.
Cree que tiene que sobornar a legisladores con miles de millones de dólares en
gastos en sus Estados a fin de conseguir votos para medidas de control de
armas.
“Los miles de millones de dólares que están
derrochando en la B61 son criminales. Son miles de millones de dólares gastados
en un arma cuya misión desapareció con el fin de la Guerra Fría. Están
claramente destinados a comprar votos de los senadores”.
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