martes, 17 de marzo de 2015

América Latina y el Caribe como Zona de Paz tienen el compromiso de contribuir con el desarme nuclear, general y completo



Foro de la Sociedad Civil Cubana “Pensando Américas”


Intervención de Leyde E. Rodríguez Hernández. Movimiento Cubano por la PAZ y la Soberanía de los Pueblos (MOVPAZ).

Estamos preocupados con el aumento de la inseguridad y de los conflictos con práctica de violencia en nuestro Hemisferio. Este contexto se agrava especialmente en las circunstancias de vulnerabilidad de las poblaciones de la región ante las redes criminales que involucran, en muchos casos, la participación activa de los funcionarios públicos del Estado, que deberían garantizar los derechos de los latinoamericanos y caribeños.

En esta materia, existen puntos comunes entre las naciones del continente: la seguridad pública militarizada, las instituciones policiales marcadas por la falta de transparencia, la impunidad y la represión selectiva a las minorías.

Otro problema, cada vez más presente en la región, es la represión del activismo por los derechos humanos, que se manifiesta especialmente en la persecución a los militantes progresistas involucrados en la defensa de los recursos naturales —tierra, minería—, a las minorías étnicas y sexuales. En este contexto, los Estados aparecen como represores de iniciativas populares, erosionando el espacio democrático en el Hemisferio.

No habrá seguridad y paz hemisférica mientras se siga insistiendo en la libertad sin justicia social, es una cuestión de carácter político y ético. Como resultado, nuestro Hemisferio sigue afectado por el flagelo de la pobreza, la desigualdad social, por enfermedades que pudieran ser prevenibles, hay sectores que sufren la discriminación por razones étnicas y sexuales, infantes y jóvenes sin alimentación, servicios médicos ni educación de calidad. Mientras esto sucede, Cuba garantiza servicios médicos y educación universal gratuita para su población bajo el impacto del bloqueo económico, financiero y comercial de los Estados Unidos que se sigue sintiendo en el pueblo cubano, crea sufrimientos, frustraciones y obstaculiza el desarrollo de la economía en la Isla, violando los derechos humanos de toda una nación.   

Muy grave es la declaración del gobierno estadounidense de considerar a Venezuela como una amenaza infrecuente para su seguridad nacional, constituyendo una violación de la proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, lo cual debe analizarse profundamente en este foro de la Sociedad Civil Cubana, pues queda claro que los Estados Unidos podría usar la fuerza militar para intentar derrotar en América Latina y el Caribe a los gobiernos con una vocación popular y soberana.

En condiciones de agresiones por parte de los Estados Unidos contra Venezuela, es indispensable la solidaridad en la región, porque es una agresión contra todos los procesos progresistas en el continente. Somos solidarios también con la causa de la independencia de Puerto Rico, la descolonización de las Islas Malvinas, con Palestina y la República Árabe Saharaui Democrática.

Debo recordar que dicha proclama establece los principios que deben seguir las relaciones de los países de América Latina y el Caribe con otros Estados y a su vez de esos otros para con nuestra región.

En la proclama se pide a todos los Estados respetar plenamente esta declaración en sus relaciones con los Estados miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). 

En ese sentido, es inconcebible la paz y la seguridad sin soberanía, sin que se respete el compromiso del derecho inalienable de los pueblos a elegir su sistema político-económico-social y cultural, en aras de asegurar la convivencia pacífica entre las naciones.

Muy relacionado con la temática Migración y Seguridad son las dos amenazas globales que afectan directamente a la Humanidad: el cambio climático y las armas nucleares.

América Latina y el Caribe como Zona de Paz tienen el compromiso de los Estados de la región de continuar promoviendo el desarme nuclear, como objetivo prioritario, y contribuir con el desarme general y completo para propiciar el fortalecimiento de la confianza entre las naciones.

Consideramos que el desarme nuclear no es una utopía, como algunos afirman y desestimulan. Un proceso efectivo de desarme nuclear requiere de un esfuerzo de concertación internacional para vencer las acciones militaristas de las grandes potencias dotadas de enormes arsenales nucleares.  

A pesar de la compleja coyuntura internacional y de las posiciones antagónicas entre las principales potencias mundiales, se podría lograr el objetivo del cese de la carrera de armamentos nucleares y el desarme nuclear mediante las siguientes acciones o medidas:

a)   Creación de una cultura o educación mundial de paz y contra las armas nucleares, por todos los medios y vías posibles, que ofrezca una visión de la importancia actual y futura de “un mundo sin armas nucleares”;

b)  Cesación del desarrollo y el perfeccionamiento cualitativo de las armas nucleares;

c)  Cesación de la producción de todos los tipos de armas nucleares y de sus vectores y de la producción de material fisionable para armas.

d) Aplicación de los avances de la ciencia y la tecnología en el desarme nuclear.

e) Reducción de los gastos militares y utilización de los recursos destinados al mantenimiento de los arsenales nucleares, para el desarrollo, atendiendo a la conexión intrínseca entre desarme y desarrollo.  

f) Un programa amplio y por etapas con plazos convenidos para la eliminación de las armas nucleares, bajo estricto y eficaz control de la Conferencia de Desarme de la ONU.

El Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos (MOVPAZ) firmó la  Declaración del Taller de Organizaciones de la Sociedad Civil Cubana sobre el Desarme Nuclear, celebrado en la sede de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, en La Habana, el 12 de marzo de 2013.

Allí se expresó la profunda preocupación por el peligro que enfrenta la Humanidad ante la existencia de las armas nucleares y otras armas que producen efectos de destrucción masiva.

El apoyo a la eliminación urgente y total de las armas nucleares como  única garantía contra su uso o amenaza de uso y la vía fundamental para evitar el desencadenamiento de una guerra nuclear.

El rechazo a la inaceptable doctrina de la “disuasión nuclear”, que lejos de contribuir al desarme nuclear, estimula la perpetuación de la posesión de las armas nucleares.

La desaprobación a la política de los Estados de gastar cifras astronómicas en la investigación y desarrollo de nuevas armas nucleares, mientras que más de mil millones de personas en el mundo padecen hambruna y más de 11 millones de niños mueren anualmente por enfermedades prevenibles, en el contexto de una severa crisis económica internacional.

La importancia de que los medios de difusión internacionales brinden prioritariamente información fidedigna sobre el peligro que enfrenta la Humanidad por la tenencia de armas nucleares y que no hace falta una guerra mundial nuclear para que desaparezca la especie humana, ya que podrían producirse accidentes con armas nucleares o catástrofes naturales relacionadas con el cambio climático global. 

En correspondencia con todo lo anterior, proponemos:
  •  Organizar, en el 2015, un Seminario Internacional por el desarme nuclear, general y completo.
  •  Promover la creación de una red de la Sociedad Civil Hemisférica con el objetivo de estimular que las principales potencias mundiales prioricen el desarme nuclear, general y completo.
Por otra parte, se debieran adoptar medidas efectivas y urgentes para impedir la militarización del espacio y del ciberespacio y la realización de ataques informáticos utilizando, de manera ilegal y encubierta, los sistemas de un tercer país. No es aceptable el planteamiento de responder a ataques informáticos con armamento convencional lo que quebrantaría la paz y la seguridad internacionales.

Es importante analizar que el establecimiento de bases militares extranjeras en el territorio de otros países contra la voluntad de estos, es una violación de la soberanía nacional y forma parte de la estrategia económica y política del imperialismo para promover y garantizar sus intereses económicos y políticos. Las bases militares actúan como centros de fuerza de despliegue rápido, de monitoreo y entrenamiento, como instalaciones logísticas, como puntos de observación, como complejos para interceptar comunicaciones de otros países y centros de espionaje. Pero son también centros de corrupción, prostitución, de colonización cultural, y causan un irreparable daño ecológico producto, entre otras causas, del manejo de armas no convencionales: bacteriológicas, biológicas e incluso de armas nucleares.

Hace más de 100 años los Estados Unidos ocupa en contra de la voluntad de los cubanos una parte de su territorio, una porción de 117 kilómetros cuadrados. Pero este espacio, además, es utilizado como prisión, donde se tortura y se somete a trato degradante a los detenidos en violación de numerosos instrumentos normativos del Derecho Internacional. Una vez más exigimos el cese de esas ilegalidades, el cierre del ominoso centro de detenciones y la devolución por parte de los Estados Unidos de ese segmento de suelo, ilegalmente usurpado.

En defensa de la paz y la soberanía de los pueblos, es necesario desenmascarar las operaciones militares, los planes de intervención y el uso de “drones”, que avanzan camuflados bajo eufemismos como “la lucha contra el terrorismo” o “la lucha contra las drogas” o las “fuerzas de paz”; así como la metamorfosis organizativa y las diferentes denominaciones que están adoptando los asentamientos bélicos de los Estados Unidos en nuestro Hemisferio, lo que intenta enmascarar su presencia e incidir en la dinámica de los  movimientos sociales en oposición a la guerra y las bases militares extranjeras.

Muchas gracias.

 Grupo de trabajo No. 4 Migración y Seguridad (Casa del ALBA cultural).


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