*No se va de Afganistán, se queda para explotarlo
*Pierde en Geopolítica, reconoce el Sr. Rothschild
Pues resulta que siempre no. Que Estados
Unidos (EU) no se va militarmente de Afganistán. Sostendrá una presencia con 10
mil soldados hasta 2016. Como tampoco retira los apoyos a Ucrania, donde forma
parte de los intereses que están en juego por el pastel petrolero y, sobre
todo, porque las cuentas de la geopolítica contra Rusia no le han salido como
quisiera. O como lo habrían planeado los halcones, los lobistas,
el Pentágono y los pregoneros del Nuevo Orden Mundial (NOM), como el señor
Rothschild.
Los trazos de la política internacional y la diplomacia
quedan como argucias, mecanismos para esconder las verdaderas intenciones, de:
1) Pelear en tierra ajena por la apropiación del petróleo y de negocios como el
opio que se cultiva en territorio de Afganistán, pues el sembradío es boyante
desde que está presente, vigilante, el ejército gringo; 2) Tras los
diversos intentos fallidos de apoderarse del territorio ucraniano, luego
de la imposición del golpista Petro Poroshenko, y desde ahí incriminar por
todas las vías (im)posibles a Rusia para una intentona invasionista: el avionazo de Malasia
Airlines, presunta presencia del ejército ruso en las fronteras, prorrusos
—autodefensas de Donetsk y Donbass, donde PP ya perdió— con armas rusas,
etcétera.
Luego de las tretas geopolíticas de Washington,
queda al descubierto que:
1) Barack Obama incumple su promesa de retirar tropas de
esos territorios de guerra, inaugurados por George Bush con pretextos de “falsa
bandera”, no solo las “armas de destrucción masiva” inexistentes como también y
sobre todo por el derrumbe de las “torres gemelas”, el autoatentado bien armado
para ir por el petróleo iraquí y cazar a Sadam Hussein;
2) En Afganistán están no únicamente los sembradíos de
amapola —recordemos que es un abastecedor con el 60% de esa droga a nivel
mundial—, sino toda la riqueza mineral que posee, calculada en por lo menos mil
millones de dólares, con abundantes reservas de cobre, oro, cobalto y litio.
3) Cercar a Rusia, con el ardid de llevar la “libertad”
al pueblo ucraniano que comenzó con el derrocamiento del presidente
constitucional Victor Yanukovich, y arrancó con el impostor Poroshenko —que luego se legitimó—, y
un teatro ya se cayó;
4) Las sanciones a Rusia, desde la vieja Europa que según
cálculos conservadores pierde 21 mil millones de euros, no ha dado otro
resultado que la división del bloque, y la reacción rusa de Vladimir
Putin de buscar alianzas con otros países, entre ellos algunos de América
Latina;
5) Puesto de alfombra, Poroshenko es el perfecto aliado
de Washington —tan desechable como incondicional—, porque solo está utilizando
los crímenes de guerra contra el pueblo ucraniano para llenar su propia
cartera. Más claro resultó ahora que, “como gobierno”, entró en disputa por una
empresa petrolera con el oligarca Igor Kolomoiski, quien a punta de pistola
intenta quedarse con una de las mayores empresas del sector. Poroshenko quiere
cambiar los dulces por el petróleo y el gas, salir airoso de la presidencia
rumbo hacia el retiro;
6) EU quiere el territorio ucraniano para instalar ahí
una base militar más, de las 700 u 800 que tiene regadas por el mundo, cuidando
sus interesesbajo los principios y los gallardetes de la “democracia y la
libertad” (falsas banderas).
Pero ni la presencia miliar en Afganistán, ni la
permanencia en Irak, mucho menos el escenario de Ucrania, le bastarán a EU para
desistir de su intentona de revivir la “guerra fría”. No entiende que ahora son
otros los escenarios. Intentará nuevos trucos, como el mago y su chistera.
Amenazará con más guerras. Inventará pretextos. Imperio en decadencia a quien
los muertos no importan.
Lo real es que, eso sí, EU tiene cada vez menos amigous.
Pierde terreno en los escenarios mundiales, ante Rusia y China y simpatías en
la Unión Europea, en Asia y el Pacífico y en Latinoamérica. Credibilidad
perdida. Sus políticas y estrategias son conocidas por violentas.
Las amenazas de Obama son desesperadas, patadas de
ahogado. La economía estadounidense está cada vez más cerca de la debacle.
Quiere repartir culpas con todos. Lo intentará vía la FED. Todavía EU pretende
seguir dirigiendo el mundo por todas las vías incluida la fuerza. No se da
cuenta que pierde incluso las guerras.
En la geopolítica, no es como dicta el inglés Jacob
Rothschild, de RIT Capital: Que el mundo se enfrenta a los mayores riesgos
desde la Segunda Guerra Mundial. Eso es falso. Son EU y la Gran Bretaña los que
están al borde del abismo. Porque son los promotores de la “flexibilización
cuantitativa”, que se aplica para “alentar el crecimiento” con la
“desvalorización monetaria”, como lo reconoce el Sr. Rothschild.
El promotor del NOM señala “el caos y el extremismo en
Medio Oriente”, pero si se refiere al llamado “estado islámico” ese es un
instrumento imperial a sueldo; la “agresión y expansión rusa”, nada más que
cuente las bases militares en el mundo y se podrá medir así al Estado agresor y
expansionista; el “debilitamiento de Europa”, y ¿no es por obra y gracia del
enemigo del imperio gringo o de la Bretaña?; las “amenazas del desempleo”, pero
si el capital financiero del cual el mismo Sr. Rothschild es promotor, ¿no
vampiriza todos los recursos de los estados?; el “fracaso de las reformas
estructurales” no solo en los países de la UE, sino en todos los rincones de
planeta en donde se han metido las políticas neoliberales con el ardid de la
globalización.
En fin, que a EU le queda el miedo. Por eso la
boyante industria del espionaje, porque marcha como los cangrejos, en todo lo
demás.
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