lunes, 26 de enero de 2015

Alternativa a la austeridad de la Troika



Alexis Tsipras

 Por Salvador González Briceño

“Recuperar la dignidad” (Alexis Tsipras), o “liberarse del grillete neoliberal” (PanagiotisLafazanis) impuesto por la Unión Europea que lidera Alemania, son algunos de los preceptos y parte del abanico programático e ideológico de la coalición Syriza que gana las elecciones este domingo 25 de enero en Grecia.

Los ciudadanos del país en donde se gestó la democracia, salieron a ejercer el voto y han elegido al candidato de la extrema izquierda, con el 36.5% de las preferencias y alcanzar así 150 de los 151 asientos que necesita para ser mayoría absoluta en el Parlamento. En tanto el partido gobernante, Nueva Democracia, consiguió el 27.7% de la votación y en segundo puesto tiene asegurados 76 escaños.

El ganador de Syriza, Alexis Tsipras —quien recibió la felicitación del primer ministro, Antonis Samarás—, prometió ir contra las tesis neoliberales de la eurozona, auditar la deuda pública, renegociar la deuda y suspender pagos hasta que se haya recuperado la economía nacional y aumente el empleo, entre las principales necesidades griegas.

La Unión Europea ha estado al tanto del proceso. Unas elecciones de cuidado para la Troika (el Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional), más de esperanza para los empobrecidos ciudadanos europeos.

Grecia, es un país presionado por el BCE/CE/FMI desde la crisis de 2008. Fue al siguiente año que le cayeron por imposición los planes de austeridad que lo tienen en la postración. Ahora está en juego, incluso, la posibilidad de salirse de la moneda común de la eurozona. Al menos propuestas como esa estarán sobre la mesa de las primeras negociaciones.

Seguro se renegociará el rescate suscrito desde 2010 donde la Troika le impuso a Grecia un plan de austeridad gravoso por varias medidas: la congelación salarial y de pensiones, el aumento al IVA al sector hotelero, la eliminación gradual de las pensiones y la reestructuración de la deuda pública del país. Sin embargo, de los 241.8 mil millones suscritos a raíz de la crisis de 2009, aún faltan mil 800 millones de euros del rescate.

No cabe duda que en manos de Syriza está ahora el futuro no únicamente de los griegos, sino del resto de los pueblos en situación similar, como España, Portugal, Italia, Irlanda, etcétera. Sí. Porque el modelo de negociación griego con la Troika puede servir a los otros países contra la sumisión y el control.

O por lo menos se verá qué tan determinante resulta que los pueblos determinen su futuro, si es que Syriza no negocia sus principios y representa el interés nacional, por encima del poder de países dominantes como el de Angela Merkel cuyo único fin sigue siendo profundizar en los pueblos el castigo. Dado que los planes de austeridad se imponen, no obstante quienes endeudan al Estado y entregan los recursos a los grandes bancos en aras del rescate con precisamente los mismísimos gobiernos. Por esa razón Alemania presiona ya para que el ganador cumpla con sus obligaciones, así falle sus propuestas de campaña.

Como sea, la UE debe preocuparse. Pese al desdén por Grecia, pues apenas representa el 1.9% de PIB total de la eurozona, la posibilidad de salirse no es menor que en 2012, los tiempos más reacios de la crisis. Depende del ganador Alexis Tsipras, ciertamente; pero también de la disponibilidad de la Troika a negociar. La izquierda, además, debe demostrar que es opción para la ciudadanía.

Y en Grecia, Syriza tiene todo para que así sea: o más de lo mismo, o el grillete se rompe hasta “recuperar la dignidad”.



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